Agatha Christie es conocida como "la reina del misterio" pero además de una prolífica escritora de éxito fue también una incansable viajera, pasión heredada de su madre. Azar o destino la escritora se casó con un aviador, Archie Christie, y allí empezó todo un gran periplo que se haría más intenso después de que su marido la abandonara y conociese al arqueólogo Max Mallowan, al que acompañó en sus expediciones y excavaciones en Oriente Medio durante casi 30 años.

"Muerte en el Nilo”

La escritora viajó hasta Asuan (Egipto) donde encontró inspiración para su novela Muerte en el Nilo (1937) y lo hizo entre los muros de un sugerente hotel el Old Cataract, cuya ubicación marca el final del fértil valle del Nilo y el comienzo del gran desierto nubio. El Old Cataract, construido en 1889 y alojamiento de ilustres personajes, desde el zar Nicolás de Rusia a Winston Churchill y donde descansó Howard Carter tras descubrir la tumba de Tutankamon, guarda todo su encanto colonial y de gran lujo, sin olvidar su terraza al borde del Nilo, desde la que se contempla una de las puestas de sol más bellas del mundo, con la isla Elefantina y el mausoleo del Aga Khan en el horizonte.

Además de inspirar a Christie para su novela, el cine también eligió este hotel para rodar una de las escenas de Death on the Nile, en la que el crucero "Karnak" parte desde uno de sus embarcaderos. La versión cinematográfica de "Muerte en el Nilo" llegó en 1978 con un reparto estelar encabezado por Peter Ustinov, que dio vida al sagaz detective Hércules Poirot, y que llevó al espectador por lugares emblemáticos como las pirámides de Giza o el templo de Karnak a bordo de un lujoso crucero fluvial donde diez personas, todas ellas con un buen motivo, son sospechosos del asesinato de la rica heredera estadounidense Linnet Ridgeway, aunque no será la única muerte.

Torquay, donde nació Agatha

Pero los hoteles más famosos ligados la "dama del crimen" están, como no podía ser de otra manera en su Torquay natal (suroeste del Reino Unido), empezando por el Hotel Imperial, construido en 1866 y que se soma a las aguas del Canal de la Mancha, en cuyas habitaciones durmieron desde Napoleón III al rey Eduardo VII.

En este hotel se sitúa la primera escena de Peligro inminente, donde la escritora lo rebautiza como "The Majestic" y, en una de sus terrazas sobre el mar se sucede el desenlace de Un crimen dormido, en la que Miss Marple se enfrenta a un casa inquietante donde un crimen "perfecto" parece olvidado desde hace mucho tiempo. Todo ello en una idílica localidad costera cuya placidez se transforma en perfectos escenarios de los crímenes más retorcidos salidos de la imaginación de Christie cuando la noche cae o, simplemente, cuando llueve, algo que ocurre más que a menudo en esa región.

La lluvia también suele oscurecer el cielo de la imponente casa de Greenway, calificada por Christie como "el lugar más adorable del mundo" pero que bajo la habitual niebla y la persistente lluvia se asemeja más al lugar descrito por la novelista en El templete de Nasse house o Cinco cerditos.

También casa a la perfección con el estilo Agatha Christie el hotel de la isla Brugh, una minúscula extensión de tierra que queda aislada por la marea durante la mitad del día, nada más adecuado como marco para una novela de misteriosos asesinatos. El Burgh Island Hotel (1929), que corona la isla y se asoma al mar, ofrece a los turistas una vista espectacular y una personalísima decoración art decó, que llevaron a la mente de la escritora tramas tan conocidas y sorprendentes como Diez negritos y Maldad bajo el sol —que situó en este hotel— , novelas que escribió en una pequeña estancia independiente, llamada The Beach House, construida en la década de los treinta, aunque el viajero también puede hospedarse en una habitación llamada Christie.

El misterio de oriente

El Pera Palace de Estambul, construido por el arquitecto francoturco Alexandre Vallaury en 1982 y que combina en su interior estilos que van desde el neoclásico, al art noveau o el oriental, fue el destino de los viajeros que podían permitirse un viaje desde París en el lujoso Orient Express, entre ellos la propia Agatha Christie.

Este hotel rinde su particular homenaje a la escritora dándole su nombre a uno de sus restaurantes, el "Agatha".

En la habitación 411, la escritora se alojó varias veces entre 1926 y 1932 y allí escribió el borrador de Asesinato en el Orient Express, una de las aventuras más famosas de Hercules Poirot, en la que el detective belga tiene que descubrir quién ha apuñalado salvajemente al millonario estadounidense Samuel Ratchett dentro del tren, bloqueado por la nieve.

En este hotel también tienen habitaciones con su nombre, por haberse alojado en ellas, Greta Garbo, Ernest Hemingway, además de dos suites presidenciales llamadas Eduardo VIII y Franz Joseph. Y es que, los grandes hoteles siempre hacen gala de sus huéspedes ilustres.

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