Esta cancha se le da. El recuerdo es fresco: tres golazos en el 4-1 de la Liguilla pasada, sobre Atlas. Vuelve esta noche al Estadio Jalisco. Repite. Marco Fabián acomoda la redonda tras una falta fuera del área sobre Omar Bravo. La redonda es lanzada con clase. Supera la barrera. Estremece las redes. Golazo. Suficiente para definir el Clásico Tapatío. Chivas se impone 1-0.

Cuando ya ninguno de los dos tiene esperanza alguna de llegar a la Liguilla por el título, lo único que queda por pelear es el orgullo. Así, Atlas y Chivas se paran sobre la cancha del Estadio Jalisco para un Clásico Tapatío que tarda un poco en despertar, pero que ofrece una cantidad importante de emociones en la primera parte.

Carlos Cisneros ha recibido la oportunidad por parte de Matías Almeyda. El volante por izquierda avanza desde el medio campo. La hace solo. Se quita dos rivales de encima. Uno más. Enfila al área y manda un disparo raso, sin fuerza, pero con colocación. Miguel Fraga se ve obligado a lanzarse para desviar a tiro de esquina, al '10.

El Clásico llega entonces a su momento de “locura”. Ida y vuelta. Peligro constante. Dos equipos que ya no tienen nada que perder y que, por lo mismo, se entregan al ataque. Isaac Brizuela conduce y encuentra el espacio. El toque profundo es de genio. Deja solo a Marco Fabián. El rojiblanco intenta quitarse al arquero. Dispara con fuerza. El arquero alcanza a reponerse. Desvía a tiro de esquina. Falla increíble, al '20.

Un minuto más tarde, es Aldo Leao quien mide la redonda afuera del área. Remate cruzado. “Toño” Rodríguez se tiende y tapa. Deja la pelota en el área y la defensa complementa para apagar el peligro. Al '22, Marco Fabián cobra un tiro libre. Supera a la barrera. Fraga vuela y de forma espectacular, manda a corner.

En el cobro desde el banderín, Atlas orquesta un contragolpe. Daniel Arreola avanza a toda velocidad. Supera defensas. Deja atrás a todo mundo. Esquiva la desesperada barrida de Carlos Salcedo. Dentro del área, define con un derechazo cruzado que pasa apenas por un costado, al '23.

No aparece el gol en el Clásico, pero sí las emociones. No faltan. Y la tribuna lo agradece. Marco Fabián prueba desde afuera del área. Es la misma zona desde donde hizo una de sus tres anotaciones en el 4-1 de la Liguilla pasada en este mismo escenario. Esta vez le falta puntería. El disparo supera a Fraga, pero se va por un lado, al '35.

Y cuatro minutos después, otra vez el “Conejito” Brizuela encuentra el espacio profundo. Toca esta vez para Omar Bravo. El mochiteco queda solo ante el arco rojinegro. Dispara cruzado. Fraga rosa la redonda que se va por un costado, en otra acción clara del Guadalajara.

Antes del descanso, Franco Arizala recupera cerca del medio campo. Deja a dos rojiblancos nada más observando la pelota. Cerca del área, lanza un recorte. Se perfila de izquierda. Zurdazo potente. Antonio Rodríguez hace una gran atajada para salvar al Rebaño Sagrado, al '42.

En la segunda parte, Atlas, local administrativo en medio de una tribuna pintada de rojo y blanco, se lanza al frente. Gonzalo Bergessio desperdicia dos oportunidades. En ambas, recibe y se da la media vuelta dentro del área. El primer zurdazo es tapado por “Toño” Rodríguez, al '55 y el segundo se escurre por un costado, al '61.

Conforme avanzan los minutos, se calienta el Clásico. Rodolfo Salinas propina cabezazo a un rival. El árbitro César Arturo Ramos la ve de frente. Perdona. La deja en amarilla, al '72. Franco Arizala y Daniel Álvarez, por Atlas, así como Carlos Salcido y Michael Pérez, por el Guadalajara, no terminan el encuentro, por lesión. Es un duelo duro. Ni duda cabe.

Omar Bravo recibe de espalda al arco, a las afueras del área. Cuando intenta girar, Walter Kannemann le comete falta. No está en el campo Raúl López. Se encuentra con la Selección Mexicana. Él suele cobrar. Pero está Marco Fabián. El futbolista diferente. El que siente, según ha declarado tantas veces, este Clásico más que el del América. El mismo que con tres tantos eliminó a los Zorros en la Liguilla pasada.

Acomoda la redonda. Huele a peligro. El derechazo es preciso. También precioso. Supera la barrera. El arquero no puede llegar. Las redes estallan. También la tribuna. Gol del Rebaño Sagrado. Guadalajara se pone en ventaja, al '76. Otra gran anotación del número 33 rojiblanco. La fiesta se desata. Retumba el “¡Chivas, Chivas!”.

El final tiene drama. Marco Fabián, el héroe, se marcha lesionado. No hay más cambios. El Guadalajara cierra con 10 hombres. Atlas se lanza con todo al frente. Un tiro de Alfonso González es desviado por Carlos Salcedo y casi termina en autogol, al '79. Y en tiempo de compensación, Kanemann saca de la raya un disparo de Omar Bravo.

Ya no se mueve el marcador. El silbatazo desata la algarabía. Chivas vence al acérrimo rival. Un golazo de Marco Fabián ha sido suficiente. Guadalajara no estará en la Liguilla, igual que el Atlas. Pero al menos esta noche, en el Jalisco, ha cumplido con dos objetivos: salvar el orgullo y respirar en la tabla porcentual.

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