Entre junio y septiembre del presente año, alum­nos de la UNAM participarán en la competencia Sample Re­turn Robot Challenge 2016, de prototipos de máquinas exploradoras de la superficie de Marte, convocada por la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) de Estados Unidos y el Instituto Politécnico de Worcester.

UNAM Space es el nombre del equipo conformado por 13 estudiantes de la Facul­tad de Ingeniería, de entre 20 y 28 años, que diseñaron el robot Rover, de unos 22 kilos y con un valor aproximado de 200 mil pesos.

Éste tendrá que encontrar y recolectar, en forma autónoma y en un campo desconocido, muestras para su posterior análisis, tareas similares a las que realiza la misión Mars Science Laboratory (MSL, por sus siglas en inglés), conocida también como Curiosity, en el planeta rojo.

Del 6 al 11 de junio será la primera fase, en la que los jóvenes universitarios contenderán con proyec­tos de 25 universidades del resto del mundo y en la que su máquina exploradora deberá ubicar y recolectar, en media hora, dos mues­tras que estarán dispersas en un radio de cinco metros.

En la segunda etapa, que habrá de llevarse a cabo entre el 9 y el 11 de septiembre, Rover deberá recoger siete muestras más, durante dos horas, den­tro de un parque en el que no se conoce la ubicación de ningún objeto y el terreno tiene variaciones.

Iniciativa estudiantil

De acuerdo con Juan Carlos Mariscal, alumno de Ingeniería en Computación, el grupo UNAM Space surgió en 2012 como una iniciativa estudiantil para intervenir en los concursos de la NASA, y ahora también busca impulsar el desarrollo de la tecnología y la robótica espacial en nuestro país.

“Nos hicimos una pregunta: ¿alguna vez México podrá enviar un robot a Marte como lo ha hecho la NASA? La respuesta fue que sí, sí podemos”, comenta.

En mayo de 2013, el grupo UNAM Space repre­sentó a la nación en la NASA’s 4th Annual Lunabotics Mining Competition, que se efectuó en las instalaciones del Centro Espacial Kennedy, en Florida, Estados Unidos. Ahí obtuvo el tercer lugar en Diseño Mecánico y menciones especiales en Recolección y Autonomía.

En abril de 2015 participó en el Sample Return Robot Challenge, y su prototipo calificó a la primera ronda luego de pasar una exhaustiva inspección. En esa ocasión, el equipo se hizo merecedor al Technology Achievement Award.

En ese certamen superó a con­juntos con más experiencia, como el del Instituto Tecnológico de Massachusetts, y recibió un premio de 500 dólares y una mención especial.

Cuatro áreas

Los jóvenes universitarios se han dividido en cuatro áreas para desarrollar a Rover: me­cánica, electrónica y control, inteligencia artificial y área administrativa.

“Entre los retos que hemos enfrentado está la elaboración de piezas sobre diseño, que posteriormen­te mandamos manufacturar. Además, hacemos programas computacionales más elaborados para suplir algunas limita­ciones de componentes que integran este robot, pues no podemos adquirir otros que son más costosos”, apunta Érick Gutiérrez Rosas, alumno de Ingeniería Mecatrónica.

Gracias a la UNAM cuentan con un espacio en el Instituto de Investigaciones en Matemáti­cas Aplicadas y en Sistemas para trabajar; con la asesoría de profesores de la Facultad de Ingeniería y del Centro de Ciencias Aplicadas y Desarrollo Tecnológico, así como con recursos de la Coordinación de In­novación y Desarrollo. Y empresas privadas les han ayudado con el traslado gratuito de su prototipo hasta el lugar de las competencias.

“Sin embargo, requerimos más recursos para mejorar los materiales y, por ello, pondremos nuestro proyecto en la página de apoyo a empren­dedores Fondeadora”, dicen

El premio Sample Return Robot Cha­llenge es de 1.5 millones de dólares, que el grupo UNAM Space busca ganar para conti­nuar con el progreso robótico y difundir e incentivar el interés por la ciencia y la tecnología entre los niños y jóvenes.

“No sólo es crear tecnología, sino también acercarnos a los jóvenes, decirles que sí se puede, e integrar estu­diantes de otras universidades para hacer frente a este tipo de retos. Nos vamos a imponer mayores desafíos y lograre­mos que México brille más”, indica Luis Gerardo Gutiérrez, alumno de Ingeniería Eléctrica-Electrónica.

En el grupo UNAM Space interviene, asimismo, Ana Buenrostro Schettino, alumna de Ingeniería Eléctrica-Electrónica, quien considera que este proyecto es una muestra de que las mu­jeres tienen las mismas habilidades que los hombres en esta área y pueden aportar mucho a la ingeniería mexicana.

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