La voz cavernosa de Miguel Ángel Bastenier llama la atención de los comensales. El maestro, como casi siempre, parece estar dictando cátedra de periodismo durante una charla de café. Estamos en un céntrico restaurante de la Ciudad de México. Ha venido para dar un curso a editores y reporteros de EL UNIVERSAL. Las manos del autor de El blanco móvil vuelan a diestra y siniestra, el cabello cano luce alborotado. Estamos en octubre de 2015 y pido su autorización para grabar la conversación. "Sólo si algún día la publicas", me dice, socarrón.

"Hay que abrir el periódico a la sociedad –dice, como regañando–; y hay que hacerlo en la versión digital, porque el papel ya no nos va a resolver el problema de conseguir más lectores. Pero el trabajo fundamental, me parece, y se ha demostrado, es que se debe tener una visión más completa de lo digital".

El maestro de cientos de periodistas iberoamericanos, que han pasado por las aulas de la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI) y la Escuela de Periodismo de El País, entre otros foros, hace una pausa, da un sorbo de café, enciende el enésimo cigarro.

"La prensa Latinoamericana, la española también, pero yo diría que muy directamente la latina, ha de abrir el angular con el que contempla la realidad, que ahora es político y deportivo. Hay que hacer información local, que no periodismo ciudadano. Hay periódicos que podríamos suprimir la primera pagina para siempre y poner un único titular: 'Viva el ayuntamiento'. Porque sólo se dedican a eso. No quisiera ser indebidamente grosero, pero el periodismo Latinoamericano en papel, no se ha preocupado por las clases medias ni bajas, ha hecho periodismo para señores".

–¿A qué se refiere con "una visión más completa de lo digtal"?

–Los grandes periódicos tiene que tener varias versiones de lo digital, no una. Un digital que lo renueve todo constantemente. Un digital que sea la versión del papel pero puesta al día las veces que hagan falta. Y el propio periódico de papel en digital. Si toda la operación consiste en volcar el papel en lo digital, eso no sirve. El más importante es el que está renovado cuando hace falta. Para que el lector siempre tenga lo último de lo último. Hay un mundo por descubrir, al que llego tarde para convertirme en un verdadero experto en lo digital.

–¿Qué intereses ve en la sociedad? Si ahorita fuera reportero, ¿qué temas le interesaría seguir?

–La corrupción y la violencia del Estado. Ayotzinapa. La corrupción y la violencia que en el fondo son lo mismo. La violencia existe muchísimo en América Latina, en España sería la corrupción. El 50% de los mexicanos dice que no viven tranquilos. En España en todo el año pasado se registraron menos de 400 homicidios. En Colombia, con la misma porción de España, hubo 15 mil.

–¿Qué valoración tiene de la prensa Latinoamericana?

–Todo va unido con la modernización, América Latina lo que tiene es un problema de modernización. Unos países lo tienen mayor y otros menos. Hay un periodismo que hacer para clases medias, medias bajas, que probablemente hay que hacerlo en digital. Debe haber una apertura del periodismo latinoamericano hacia la gente. Es el terreno a conquistar. En México lo que hay es una necesitad de modernización del Estado y de la prensa, atendiendo a las necesidades que existen en la sociedad.

–¿Qué futuro le ve a los grandes titulares? Le Monde, El País, The Guardian. ¿Desaparecerán como los conocemos los grandes diarios?

–Desde el punto de vista puramente comercial, en 10, 15, 20 años no habría ninguno. Quien pierde dinero, cierra. Pero eso no va a ocurrir. Eso se va a impedir. Cada caso es cada caso. España "tiene" a América Latina, entonces la aspiración que yo tendría si fuera la persona que toma las decisiones últimas de El País, sería que América Latina fuese el campo de expansión del periodismo, en la medida que sea en el papel, por supuesto, pero sin ninguna duda en el digital. ¿Le Monde puede decir lo mismo con el África francesa? No lo sé. ¿Inglaterra con su antiguo imperio? No me atrevería a decirte. Pero el papel no va a ganar dinero nunca más.

–¿Qué opinión tiene de lo que Mario Vargas Llosa ha llamado infoentretenimiento?

–A mí me parece un poco demagogo Vargas Llosa cuando dice eso. Es verdad que la prensa está buscando desesperadamente sujetos de interés para el lector, para que la publicidad crezca, para todo eso. Pero yo no rechazo para nada el periodismo de entretenimiento. Otro ejemplo, se mira por encima del hombro al periodismo de sucesos, la nota roja, pero sucesos es una fuente de periodismo que debe ser una fuente de información de calidad enorme.

Los sucesos explican la realidad de América Latina. Hay que aprender a hacer periodismo de sucesos de investigación, porque es  lo que está ocurriendo.

–¿Cómo hay que responder ante la crisis del papel?

–La respuesta al tsunami: periodismo digital, periodismo multimedia y agenda propia, esos son los territorios a los que debemos llevar nuestra batalla de supervivencia, para seguir en el camino de la socialización de la información de calidad.

–Se ha convertido en un rock star en Twitter (más de 170 mil seguidores), comparta sus secretos

–Facebook no me interesa, pero me he interesado el Twitter. Te aficionas, es que en 140 caracteres debes ser capaz de expresarse bien, claro, conciso y suficiente. Es una pedagogía y una gimnasia buenísima. Estoy escribiendo un libro que sería algo así como La enciclopedia del Twitter periodístico. Son parte de los artículos que publico sobre lengua y periodismo, más o menos cerraré cartera a fin de año. Habrá una cierta reescritura. Respecto al éxito de los seguidores, no se cómo ha pasado. No tengo idea.

El maestro Bastenier murió ayer a consecuencia de complicaciones de cáncer de riñón, a los 76 años.

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