Para darse cuenta de lo "enormemente escandaloso" de las fotos de Robert Mapplethorpe "solo había que mirarlas", por eso Fenton Bailey y Randy Barbato han titulado Mapplethorpe: Look at the pictures el documental que han realizado sobre su vida y trabajo.

La cinta, que se proyecta hoy en Documenta Madrid, se titula además así como guiño a la frase con la que el senador Jesse Helms se opuso hace 25 años en el Senado de Estados Unidos a que se expusiera la obra del fotógrafo estadounidense (1946-1989), que incluía entonces piezas de "pornografía homosexual", explica Bailey.

Después de esa denuncia, la polémica se alimentó con la abrupta cancelación, en 1989, de la última exposición del artista, "El momento perfecto", en la Corcoran Gallery of Art de Washington, muestra que después se pudo ver en el Contemporary Arts Center de Cincinnati y que acarreó la detención de su director por la policía.

"Estos acontecimientos dieron lugar a numerosas protestas porque el hecho de que se prohibieran las exhibiciones significaba ir en contra de la libertad de expresión", explica Bailey.

Además, como explica el fotógrafo en el documental, su obra no era "sucia" porque para él la sexualidad no lo era, él solo fotografiaba una parte de la vida de las personas.

El documental narra a través de las palabras del artista la vida de una persona "extraordinariamente honesta", que tenía una enorme creatividad y que carecía de secretos.

Mapplethorpe fotografió su vida y sus relaciones porque era un artista documental, algo que ha facilitado la elaboración de la película sobre su vida, en la que se puede ver parte de su obra y escuchar el testimonio de sus familiares, amigos y parejas.

"Esperamos que esta película sea la que él mismo hubiera hecho si estuviera vivo porque queremos hacerle justicia a él, a su reputación y a su trabajo", añade Bailey.

Los directores, que han tardado dos años y medio en elaborar la cinta, tuvieron acceso ilimitado a los archivos y obra de Mapplethorpe, y descubrieron que vivió su vida "como una obra de arte".

"No todos somos artistas, pero sí deberíamos vivir todos nuestra vida como piezas de arte", comenta Bailey, quien confiesa que hacer este documental le ha inspirado en su día a día.

Las fotografías que se recogen en el documental, asegura, no van a incomodar a nadie como hace años porque ahora estas imágenes "son más comunes" y pueden ayudar a abrir la mente de quienes las contemplen.

El documental, que se ha visto ya en el Festival de Sundance y en la Berlinale, narra también los últimos días de Mapplethorpe, en los que el artista, consciente de que se iba a morir, "tomó la distancia necesaria" para explicar a su gente lo que le estaba pasando.

Carolina Herrera recuerda, por ejemplo, cómo el fotógrafo le pidió que posara para él por última vez.

"El nunca escondió nada, nunca se avergonzó ni pidió disculpas. Su entorno también ha sido muy honesto a la hora de hablar sobre él. Algo que ha hecho de la grabación de este documental una experiencia muy emotiva", concluye el director.

sc

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