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Las convocatorias en México para no comprar productos en Estados Unidos, la depreciación del peso y los señalamientos en contra de mexicanos provocaron que disminuyera el número de visitantes nacionales a San Diego, California.

El presidente de la Cámara de Comercio de San Diego, Jerry Sanders, indicó que esa situación afecta a las ventas de los comercios.

Dijo que la desaparición del TLCAN provocaría daños a familias estadounidenses de la franja fronteriza por 2 mil dólares al año.

Sanders espera que no se aplique el impuesto fronterizo a las exportaciones de México, ni la construcción del muro y que se mantenga el libre comercio, porque San Diego envía productos por 5 mil 500 millones de dólares al otro lado de la frontera, mientras que los mexicanos mandan mercancías por un valor de 7 mil millones.

En conferencia conjunta con la cónsul de México en San Diego, Marcela Celorio; el alcalde de esa localidad, Kevin Faulconer, y el edil de Tijuana, Juan Manuel Gastélum, Sanders manifestó que a los políticos de la zona fronteriza de EU les preocupa un cambio en la relación bilateral.

A su vez, Celorio explicó que habría un impacto al comercio si se impone el impuesto fronterizo, pero sobre todo el daño sería para los consumidores de EU.

Kevin Faulconer dijo que para enfrentar estos “críticos” momentos por la posibilidad de que cambien las reglas comerciales entre ambos países, los alcaldes y empresarios mandarán un mensaje de unidad hacia Washington.

Recalcó que se debe mantener la presión sobre los gobiernos para que haya mejoras en la infraestructura fronteriza y mayor seguridad en los cruces.

Gastélum comentó que no les “aterra” el muro que se pueda construir ni las deportaciones. Añadió que en la administración de Donald Trump, las deportaciones ocurren a diario, tal y como sucedió con Barack Obama, con la diferencia que este último no lo divulgaba.

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