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México puede ser de los primeros perjudicados por la posible salida del Reino Unido de la Unión Europea (Brexit).

El choque económico de esta decisión puede complicar la política monetaria y fiscal del país, comentaron especialistas a EL UNIVERSAL.

Aun cuando la relación económica de México con el Reino Unido es inferior a la que se tiene con Estados Unidos, el impacto al país es de forma indirecta, a través de una mayor volatilidad financiera debido a que los mercados pueden percibir que la economía mundial entra en una etapa de menor crecimiento y comercio.

Ante esa situación, los inversionistas pueden optar por desprenderse de activos mexicanos en busca de otros con menor riesgo, como son los bonos de Estados Unidos, lo que puede provocar una fuerte depreciación del tipo de cambio acompañada con incrementos en la volatilidad financiera, explicó Carlos Serrano, economista Jefe de BBVA Bancomer en México

Marco Oviedo, economista en jefe de Barclays México, estima que la depreciación puede llegar hasta 20 pesos por dólar en caso de que el jueves los británicos salgan de la Unión Europa, lo que puede traer problemas al Banco de México con la inflación.

Oviedo dijo que en esas circunstancias el Banxico puede ajustar un poco más la política monetaria, subiendo la tasa de referencia, incluso más que la Reserva Federal de Estados Unidos.

Serrano advirtió que el incremento de las tasas de interés en el país no sólo va a responder al repunte del tipo de cambio, sino también a la posibilidad de que haya una salida importante de capitales foráneos por la preferencia de activos menos riesgosos.

Por la parte fiscal, es probable que el gobierno se vea en la necesidad de llevar a cabo más recortes al gasto público, debido a que en un contexto más sombrío de la economía mundial, el premio que México tiene que pagar por su deuda sería más alto, mencionó Marco Oviedo.

“En el caso de las empresas es más difícil saber qué es lo que va a pasar, si bien es un problema con efecto mundial, las particularidades del problema son del Reino Unido”, indicó.

“México es un país con acceso a diversos mercados todavía, sobre todo de Estados Unidos. Esto no creo que afecte la inversión extranjera de ingleses al país, las ventajas que tiene México como receptor de inversión siguen siendo las mismas”, expuso.

Puede ser que ante un escenario económico difícil las empresas reduzcan sus inversiones, pero también puede ser que vean a México como canal de entrada a Estados Unidos, si es que la situación con Europa empeora, abundó Oviedo.

El comercio total de México con la Unión Europea, sumando exportaciones e importaciones, ascendió a 62 mil millones de dólares en 2015, es decir, cerca de 8% del valor del comercio del país con todo el mundo.

De este comercio, el intercambio con Reino Unido ascendió a 4.3 mil millones de dólares, constituyéndose en el sexto socio comercial en importancia dentro de la región, por debajo de Alemania y España que ocupan el primer y segundo lugar.

En los últimos 17 años, la Inversión Extranjera Directa de origen inglés a México ascendió a 10 mil millones de dólares, lo que representa 6% de la realizada por los países de la Unión Europea, y apenas 2.4% del total recibido de 1999 a 2015. Aun cuando su inversión es menor, está ubicado en sectores importantes, como el aeroespacial, el electrónico y el de dispositivos médicos.

Repensar la Unión Económica. Más allá de que Reino Unido decida quedarse o salirse de la UE, el referéndum deja un impacto económico, político y social en la región, constituyéndose en una severa crítica a la apertura económica y la formación de bloques económicos y comerciales.

“Es un cuestionamiento al sistema que hemos llevado en los últimos 30 años de globalización, al tema de volver a obtener la soberanía, a construir el nacionalismo, a construir estados fuertes, en detrimento de todo lo que son los bloques comerciales”, destacó Víctor Manuel Prudencio, director para México del Euro-Sunfunding.

Es una crítica a lo que es la integración regional a los bloques económicos, es un cuestionamiento de si sirven o no. Todo parece indicar que este programa piloto de la Unión Europea no está funcionado porque la gente está a disgusto, y eso tiene muy preocupados a los países miembros que parece que se está resquebrajando, añadió el directivo.

En este sentido, la Unión Europea debe repensar y modernizar las bases sobre las que está asentada, en particular por lo que se refiere a la movilidad de personas.

Julián Soto, analista económico de Consultores Internacionales, dijo que deben replantearse nuevas políticas de cohesión social, en la cual no haya estos acontecimientos de recelo, de resquebrajamiento social al interior de cada uno de los países, justamente, con la idea de formar parte de un bloque es que se fomente la cohesión social entre ellos.

Serrano dijo que se debe avanzar en la consolidación de los sistemas de regulación y supervisión financiera.

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