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El penalti se inventó para castigar a un equipo, pero el que sufre es el portero, quien —regularmente— carga con los pecados de sus compañeros y pararse como condenado a fusilamiento.

“Pero estamos tranquilos, aunque conscientes de qué es en lo que fallamos”, agrega. Los penaltis han sido una malaria para el América. Con esta pena máxima marcada en la ida de los cuartos de final, sumaron seis en el Apertura 2018, de las que han fallado tres: Mateus Uribe (jornada 11) contra las Chivas, Cecilio Domínguez (fecha 17) frente al Veracruz y ahora Martínez.

Tres de manera consecutiva. “No hay nada qué reclamar. Quien los falla es quien tiene el valor de pararse ahí y tirarlos”, presume el paraguayo.

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