Empataron a dos victorias la , pero el festejo pareció de título... Y no era para menos. El cuarto juego del Clásico de Otoño ha pasado a la posteridad.

Gracias a cuatro pitchers, los Astros de Houston derrotaron a los Phillies de Filadelfia (5-0) y lanzaron el segundo juego sin hit ni carrera en la historia de la eliminatoria que decide al campeón de las Grandes Ligas.

Dorada noche en el Citizens Bank Park , porque el único antecedente era el memorable juego perfecto de Don Larsen, con los Yankees de Nueva York sobre los entonces Dodgers de Brooklyn, el 8 de octubre de 1956.

Los Astros necesitaron de cuatro brazos, pero dio lo mismo. Historia pura escrita por Cristian Javier, Bryan Abreu, Rafael Montero y Ryan Pressly, quien sacó los últimos tres outs.

En uno de los estadios más hostiles en todo el Big Show, los Astros protagonizaron una de sus páginas más memorables.

Y a la ofensiva, el tercera bas e Alex Bregman fue la pieza clave, al remolcar dos de las cinco carreras anotadas en el quinto inning, suficientes para garantizar el triunfo, porque su pitcheo vivía una noche histórica.

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