Enriqueta Basilio

, la primera mujer en encender un pebetero en la historia de los Juegos Olímpicos , recordó cómo fue el día en que prendió el pebetero y también contó algo poco sabido: que tiró la primera ntorcha que le elaboraron.

" Estaba cromada. El calor de la llama traspasó y tuve que tirarla porque me quemé. Me preguntaron:¿por qué la tiraste? Y respondí que la tentaran, que me había quemado la mano. Y ahí aproveché para decirles que estaba muy pesada ".

La antorcha pesaba aproximadamente dos kilos, según reveló la misma exvelocista. Lo anterior obligó a que el Comité Organizador tuviera que hacer una nueva antorcha para el día de la ceremonia de inauguración.

" Le redujeron el tamaño y también le pusieron piel para que no me quemara. Ya era algo que era conforme para mi tamaño ", sostuvo.

Basilio

cuenta que mientras corría en la pista de tartán observó a los boy scouts, pero no a la gente que estaba alrededor. Una vez arriba vio uno de los edificios de la UNAM .

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