La mayoría de los jugadores de los Pumas ya no utilizan el autobús del club al término de los partidos en el estadio Olímpico Universitario . Se les hace más práctico tomar los atajos del inmueble y salir al estacionamiento otorgado a los familiares.
Esta estrategia les ha funcionado para abandonar el recinto y evadir preguntas de la prensa.
El transporte auriazul sale semivacío del estadio, mientras la gran parte del plantel ya se despidió en el vestuario para irse lo más pronto posible a casa, porque —a pesar de ser futbolistas— el domingo es familiar y no quieren acortar sus horas de descanso, ni por una pregunta.