El Barcelona y el Real Madrid han protagonizado batallas épicas en todos los sentidos que se ha traducido a violencia.
La más recordada en los últimos tiempos fue aquella del 2010, cuando había una auténtica guerra civil entre Madrid y Barcelona con varios juegos seguidos entre las facciones.
José Mourinho
en su estado más puro contra Pep Guardiola.
Y todo inició por culpa de Pep. Minuto 30, el Madrid ya pierde 2-0, pero no dejan de luchar. Saque de banda por la banca blaugrana, Guardiola recoge la pelota, pero en vez de dársela a Cristiano Ronaldo quien fue por ella, la tira a un lado.
El portugués empuja al técnico y las bancas se vacían. Víctor Valdes, Xavi, Puyol van por Cristiano que con desprecio los aleja; Piqué y Pepe se detienen entre sí, mientras que Sergio Ramos busca por pelea con Pedro.
No todo termina ahí.
Ricardo Carvalho y Lionel Messi se encuentran en el área madridista. El argentino finge falta y el lusitano le receta un pequeño golpe con la rodilla en la cabeza y después entre los empujones un codazo. Otra vez el conato se enciende.
Y no todo terminó ahí.
El marcador ya es de escándalo cuando Messi cabalga en media cancha hasta que Ramos lo detiene con artera patada. Otra vez todos contra todos, Ramos y Piqué se retan, se verán en vestidores, Pepe empuja a Valdés y Puyol yace en el césped.
Después de ese juego, los líderes en la cancha, Iker Casillas y Xavi Hernández se reúnen por fuera. La guerra desatada por Mourinho puede afectar a la selección española...
Las batallas siguientes bajan de intensidad pero la rivalidad ha quedado.