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Los Diablos Rojos del México y los Tigres celebran 65 años desde la primera vez que se enfrentaron en el diamante, en el duelo que se convirtió la llamada Guerra Civil de la Ciudad de México , pero que en los últimos años ha perdido brillo por la inestabilidad del equipo de bengala en Cancún.
El duelo, en sus inicios, el 21 de abril de 1955, se inauguró como una victoria por los escarlata. Siete carreras a tres en favor de los pingos, con dominio en la loma de Amador 'Bule' Guzmán, el primer pitcher de origen cachanilla en defender la franela de los escarlata y uno de los mejores brazos mexicanos de la década de los 50.
En esa temporada, la del 55, ambas novenas se enfrentaron en 20 ocasiones, con saldo de 13 éxitos para los Diablos, que iniciaría la rivalidad en el extinto Parque del Seguro Social.
Los duelos entre Diablos y Tigres es la segunda serie más añeja de la pelota veraniega mexicana, sólo superada por los por la de Sultanes y los mismos pingos, pero es la más apasionante para los aficionados de la capital.
Aunque la pasión prevalece, el arraigo de los Tigres en la Ciudad de México se ha perdido paulatinamente desde el inicio del nuevo milenio. En 2002 dijeron adiós a la capital mexicana para mudarse a Puebla y desde el 2006 tienen sede en Cancún.
El duelo ha perdido el título de Guerra Civil, debido a la mudanza de los Tigres. Sin embargo, es el único partido que permite que el nuevo estadio de los Diablos, el Alfredo Harp Helú, llene su aforo con un juego de LMB.
También estuvo en riesgo, en 2017, de no volverse a celebrar, cuando los de bengala anunciaron su fugaz separación de la LMB. Finalmente su ausencia duró algunos días, luego de que un grupo de empresarios liderados por Fernando Valenzuela rescatará al equipo y también a la ex Guerra Civil.
El último duelo en esos 65 años de historia se dio en agosto pasado, cuando los Diablos volvieron a quedarse con el triunfo que permitió eliminar a los Tigres y avanzar a las semifinales de la Zona Sur de la LMB.
