El nutriente que ayuda al buen funcionamiento del sentido del gusto

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Una vez más la salud y la alimentación nos convocan. Es que la primera depende en gran parte de la segunda y en eso hemos enfocado muchos de nuestros artículos. La idea es darte a conocer los beneficios de una alimentación saludable y las propiedades que poseen los alimentos que elegimos consumir.

Zinc para la salud. Fuente: Pixabay

Si lo que buscas es reforzar tu salud, resulta ideal que comiences haciendo algunos ajustes a tu alimentación. El próximo paso será dar inicio a alguna actividad física y, finalmente, convertir ese combo en un hábito de vida. De esta manera, tu organismo recibirá todos los nutrientes y procesos necesarios para mantenerse fuerte a pesar del paso del tiempo.

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En esta oportunidad, centraremos nuestra atención en el zinc, un nutriente necesario para que nuestra salud se mantenga fuerte y muy recomendado para el buen funcionamiento del sentido del gusto. Los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos señalan que este se encuentra en todas las células de nuestro cuerpo y por ello su importancia.

Zinc para la salud. Fuente: Pixabay

En cuanto al sentido del gusto, el Instituto Mayo Clinic afirma que puede ser normal con el avance de la edad, en especial después de los 60 años, y que puede tener una repercusión significativa en nuestra calidad de vida ya que suele derivar en menos apetito y una mala nutrición. Lo recomendable al notar algún cambio en este sentido siempre será la consulta con el especialista de la salud.

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Como mencionamos anteriormente, el zinc aparece como un nutriente que puede mejorar nuestro sentido del gusto, pero también es importante para reforzar el sistema inmunitario para que este pueda luchar contra virus y bacterias. Además, este nutriente ayuda a producir proteína y ADN y agiliza la cicatrización de heridas, según un informe de los Institutos Nacionales de Salud que además remarcan que se lo consigue a través de la alimentación.

En este último punto, es importante destacar que el zinc se encuentra presente en muchos alimentos como productos lácteos, carnes rojas, ostras, frijoles, mariscos, carnes de ave, cereales integrales y frutos secos. Entonces, resulta conveniente tenerlo en cuenta para nuestra salud y la calidad de nuestra vida.