Y aunque se tardaron demasiado, pues llevamos ya cinco meses en ésta situación, tienen razón: el problema de la vivienda debe atenderse. En lo que no la tienen es en el cómo. Y es que, según afirman dichas señoras, la vivienda es un derecho humano, pero, convenientemente olvidan que los derechos humanos fueron concebidos para ser promovidos, impulsados, cumplidos y respetados por el Estado, con el fin de, como explicó Norbert Lechner, “desarmar o amortiguar los efectos nocivos del proceso económ