Nos la pasamos conjeturando el espacio existente entre un punto y otro de nuestra mundana geografía, lo medimos con la mente, con equivalencias

Los diccionarios equiparan palabras como “amor” y “love”, pero la forma de describirlo varía mucho entre idiomas. Los resultados de un nuevo estudio muestran que los sentimientos son menos universales de lo que parece, y que su variación lingüística depende de la proximidad geográfica