Texto: Isis García
Fotos: Iván Cruz
¿Qué haces cuando el doctor te receta unas pastillas? ¿Eres de quienes olvidan tomarse el medicamento a tiempo y lo haces hasta que te acuerdas, tres o cuatro horas después? O quizá lo
suspendes a los dos días porque ya te sientes bien.
Interrumpir un tratamiento es uno de los hábitos más comunes. La Organización Mundial de la Salud (OMS) reportó que incluso en enfermedades crónicas, como la diabetes , más de 65% de los pacientes no cumplen con las indicaciones de sus médicos.
“Eso lleva a tener fluctuaciones en el nivel del fármaco en sangre y provoca desde ineficacia terapéutica hasta efectos adversos muy fuertes”, explica el doctor José Juan Escobar Chávez.
Considerando estos problemas, el químico farmacéutico biólogo de la UNAM y sus alumnos crearon parches que se colocan en la piel y solucionan padecimientos como el alto colesterol, los triglicéridos , la artritis y el asma .
Además de combatir estas enfermedades, con este sistema evitan las variaciones del fármaco en la sangre que se producen cada vez que los pacientes olvidan o suspenden la toma de un medicamento, mejorando su efectividad.
“Mi madre es hipertensa, y por carga genética mi familia y yo tenemos cierta predisposición a tener colesterol y triglicéridos elevados. Es una de las motivaciones más importantes para mí. Todos conocemos amigos o familiares que son hipertensos, obesos o tienen colesterol. Inclusive varios tienen todos estos padecimientos en conjunto”, explica.
El doctor comenta que “los ancianos actuales y los del futuro desafortunadamente tendrán padecimientos múltiples como diabetes, hipertensión o colesterol. Estaremos involucrados en politerapias” , es decir, que las personas tendrán varias enfermedades para las que deberán usar distintos antibióticos.
De los errores en la administración de medicamentos, 39% se debe a olvidos
, de acuerdo con la biofarmacéutica Pfizer, que tiene presencia en 180 países. Indica que los pacientes se equivocan sobre todo si tienen que ingerir dos o tres medicamentos diferentes, o en el caso contrario, cuando repiten la dosis, porque confunden la hora a la que deben tomar el tratamiento
“Por el ritmo de vida y el estrés en el que estamos inmersos, los parches pueden ser un tratamiento más eficiente que la vía oral, justo porque no hay fluctuaciones si se te olvida tomarlo o porque ya no completes el tratamiento”, comenta el investigador.
Además menciona que parte de las variaciones en las dosis se deben a que una fracción del medicamento se pierde en el camino, ya que éstos pasan necesariamente por el hígado, que lo va a tratar de procesar y eliminar.
El doctor añade que el paso del fármaco por el sistema gastrointestinal puede hacer más severos los problemas de gastritis o colitis que padece más de 80% de la población mexicana , según el Departamento de Bacteriología y Parasitología de la UNAM. “Los sistemas transdérmicos son sistemas no invasivos, muy cómodos, porque no lo vas a hacer pasar por tracto digestivo, sino a través de la piel”, puntualiza.
Aunado a las ventajas enumeradas, están sus bajos precios: “Hicimos un aproximado, y la producción de la tableta es de un peso, aunque a nosotros nos la venden en 200 o 300 pesos. Haciendo nuestros cálculos, usando polímeros no muy costosos, saldría a la mitad de precio”.
A pesar de los beneficios de los sistemas transdérmicos, cuando el investigador postuló su proyecto en el Conacyt en 2017 le rechazaron el financiamiento.
“Aprobaron mi proyecto y me dijeron que estaba muy bien, pero que no había suficientes fondos financieros y que de esos que se habían calificado bien, habría una nueva selección”.
Al inicio, el médico se sintió desanimado: “Que me digan que está bien y que después te digan ‘gracias por participar’, sí es un poquito desmotivante, pero tienes que levantarte y buscar otras alternativas”. Por eso decidió acercarse a la iniciativa privada que ha demostrado tener interés por sus proyectos.
“Las empresas están volteando a ver este mercado, que habitualmente no habían considerado, porque la mayoría de los fármacos se administra vía oral , debido a los bajos costos de producción. Pero se están dando cuenta de que casi nadie cumple el tratamiento a cabalidad porque están ocupados o trabajando. Entonces están buscando otras opciones. Sin embargo, de una inyección a ponerse un parche, la mayoría de la gente preferiría un parche”, afirma.
Del laboratorio a las farmacias
Escobar Chávez pasó de pedir juegos de química en las navidades a construir sus propios medicamentos.
Hasta ahora, el médico tiene cinco patentes con diferentes sistemas para combatir diversos padecimientos, que van desde parches para administrar el medicamento a través de la piel hasta unos lentes de contacto cargados con fármaco para combatir enfermedades oculares.
El doctor realizó sus estudios universitarios en la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán y se especializó en el área de farmacia.
“Mi hermana y yo nos llevamos 10 años de diferencia, ella estudió aquí y cuando no tenía clases la llegaba a acompañar. Al estar aquí, siempre dije: ‘Yo voy a pertenecer a la UNAM’”.
Agradece a la máxima casa de estudios por el apoyo que le ha brindado durante sus investigaciones, ya que ha sido una de las principales fuentes para financiar su investigación.
El académico también hizo una estancia doctoral en Ginebra y estudios de postdoctorado en Valencia. Menciona que en Europa y Estados Unidos es más frecuente utilizar medicamentos que no se administran por vía oral, como los parches. “Incluso algunos incluyen tecnología como el ultrasonido, pero eso aumentan los costos ”, explica. Por eso él y su equipo intentan hacer sistemas innovadores, pero que estén al alcance de todos los bolsillos.
Al momento, ya cuenta con la patente del parche que combate el colesterol y controla los triglicéridos. Antes de ponerlo, el paciente debe pasar por encima de su piel un pequeño rodillo, como el que se usa para pintar, que está compuesto por microagujas que perforan la capa superficial de la piel, “a veces la gente se asusta cuando escucha agujas, pero mientras no alcances dermis no sientes dolor ”, afirma.
Este paso no representa ninguna molestia para el usuario ni tampoco el uso del parche, que se adhiere a la piel para que el medicamento llegue a la sangre y ésta, a su vez, lo lleva hasta todos los órganos donde se requiera. El tiempo de uso puede variar de una semana a quince días, dependiendo de las instrucciones del médico.
Desde que el doctor empezó sus investigaciones, siempre quiso administrar fármacos a través de la piel. Por eso ahora, como docente de licenciatura en su alma máter, alienta a sus estudiantes y tesistas a encontrar nuevas formas de aplicar medicamentos que sean más efectivas y menos invasivas.
Con sus alumnas, Mariana Salgado Machuca y Ericka Anguiano Almazán, desarrollaron un parche para tratar la artritis reumatoide y la hipertensión arterial , respectivamente. Con ellos obtuvieron el premio CFM-Fundación UNAM para la Innovación Farmacéutica 2018 convocado por Fundación UNAM, la Comisión Federal para la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y el Consejo Farmacéutico Mexicano.
“Ellas se acercaron a ver lo que hacía y decidieron venir conmigo”, cuenta el investigador mientras explica que esta innovación ya está en proceso de patente para poderla comercializar. “Es importante darles las gracias a mis colaboradores, es un trabajo en equipo”.
Actualmente, el doctor está trabajando en un sistema transdérmico para el control de peso que le solicitó una empresa e invita al resto de las farmacéuticas a invertir en la investigación : “Eso es lo que buscamos, que ese producto que nosotros creamos no se quede guardado en el cajón y llegue a la industria para beneficio de todos”.
Lo más importante es prevenir
A pesar de que el investigador ha pasado más de 10 años de su vida estudiando para crear fármacos, señala que lo más importante es prevenir las enfermedades. De esta forma podría evitarse que los mexicanos padezcan múltiples padecimientos cuando tengan una edad avanzada.
“Hay que cuidar la alimentación. Es de los pilares básicos de la cultura que hemos ido perdiendo. La introducción de nuevos alimentos de Estados Unidos y de otros países extranjeros han contribuido a los cambios en los hábitos alimienticios y eso repercute en la salud”
, advirtió.
José Juan indica que cada vez es más frecuente que la gente consuma comida procesada por la rápidez y la facilidad para prepararla, a pesar de que cuenta con menos nutrientes. “En las nuevas generaciones los dos papás trabajan. Cuando yo era niño, se acostumbraba que la mamá estaba en casa y procuraba tener comida siempre y habitualmente daba verduras y frutas. Todo estaba hecho en casa y era fresco”.
El doctor hace hincapié en que muchas enfermedades se desarrollan por el ritmo de vida donde se privilegia la rapidez antes que la calidad. “El estrés es algo complicado, pero debemos ser consientes de él y tratar de controlarlo”.
Enfatiza que aunque suene trillado lo más importante es balancear una buena alimentación, hacer ejercicio y tener un núcleo social sólido de amigos y familiares donde apoyarse. A pesar de que su madre es hipertensa, “y tiene 80 años, nunca dejó de hacer ejercicio. La ves y de verdad que es muy vital”.