En memoria de Alejandra Beteta
Uno de los principales temas en el rubro de la comunicación es el mensaje. A veces este implica una noticia, pues ya lo decía Marshall McLuhan: el medio es el mensaje. Sin embargo, no todo mensaje es noticia, aunque parten de la misma raíz, que ambos contienen información a transmitir. Considero relevante hacer notar que la materia de la noticia es la información, parte neurálgica de la misma.
Con el fin de adentrarnos en el tema, estimo prudente saber, en primer lugar, qué es una noticia. Una primera versión del concepto de noticia la tomaré del Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia:
Noticia. (del lat. notitia). f. 1. Información sobre algo que se considera interesante divulgar. Dar noticia de un acuerdo. II 2. Hecho divulgado. Se ha producido una triste noticia. II 3. Dato o información nuevos, referidos a un asunto o a una persona.
De esta definición se desprende que lo que se divulga debe tener un rasgo característico, interesante, algo relevante, atractivo para la opinión pública, los lectores, los televidentes, etcétera.
Profundizando en el tema, la noticia tiene como premisa la realidad, como medio el conocimiento del emisor, y como fin el conocimiento del receptor. La calidad del conocimiento está en función de la perspicacia del informador. La capacidad de transmitir el mensaje descansa en su perspicuidad. El informador ha de cultivar ambas aptitudes y convertirlas en actitud. Una y otra están reflejadas en la doble etimología del vocablo noticia.
La noticia ha sido una manera de informar los acontecimientos relevantes en el devenir histórico y una forma constante de comunicarnos. Por su relevancia, el impacto de una noticia ha cambiado el destino de personajes políticos y de países enteros. Por ejemplo, Estados Unidos con el caso Watergate, la filtración de información que le costó la presidencia a Richard Nixon en 1972.
Podríamos decir que antes, las noticias daban cuenta de los acontecimientos día a día, a un ritmo propio de la sociedad de su momento. Hoy, en la era de la tecnología, es minuto a minuto, siendo más puntual, segundo a segundo, o bien de forma inmediata, en el momento que están sucediendo.
Precisado lo anterior, el pasado domingo se dio la noticia de que el presidente Andrés Manual López Obrador se le diagnosticó Covid-19, lo cual generó toda una cascada de interpretaciones y noticias falsas, durante las 72 horas posteriores, mismas que se calmaron cuando el Presidente reapareció en un video en Palacio Nacional, para reportar su contagio de Covid-19 y que se encontraba bien de salud. Así que el mensaje enviado por AMLO fue una respuesta a todas las fantasiosas noticias que se habían generado, y fue claro que logró comunicar varias señales políticas y simbólicas, gracias a esa innegable perspicacia como informador, pero sin duda, el mensaje más contundente fue: “hay Presidente para rato”.