El tamaño de la población de Asia Pacífico se ha triplicado en los últimos 65 años y se espera que alcance los 4,840 millones en 2050. Seis de los 10 países más poblados del mundo se encuentran en la región: India, China, Indonesia, Pakistán, Bangladesh y Japón y alberga al 60 por ciento de la población mundial (4,300 millones de personas aproximadamente). A principios de este año, India superó oficialmente a la población de China, que había sido el país más poblado del mundo durante más de 300 años. Según el anuncio de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), se estima que la población de India ha alcanzado los 1,428,600 millones, 2,9 millones más que su país vecino (1,425,700 millones).

Durante las últimas tres décadas, el gigante asiático ha aprovechado el “bono demográfico”, esto es el potencial de crecimiento económico que puede resultar de cambios en la estructura de edad de una población, principalmente cuando la proporción de la población en edad de trabajar (de 15 a 64 años) es mayor a aquella que no está en edad de trabajar (de 14 y menores y de 65 años o más). Dicho bono ha contribuido, sin ser el único factor, al llamado milagro económico chino.

La evolución demográfica de la República Popular China ha sido marcada por la política de planificación familiar, que se centra en la política del hijo único, instaurada a principios de los años 80s. Como resultado del descenso de la tasa de fertilidad, la prolongación de la esperanza de vida, la rapidez del envejecimiento y la disminución del número de niños por familia, observamos un cambio significativo en la pirámide demográfica de China. La aceleración del envejecimiento su población es inminente. Los datos oficiales muestran que la población de 60 años o más alcanzó los 280 millones de personas a finales del año 2022. Se prevé que este mismo segmento alcance el 28% de su población en 2040. En este sentido, el modelo demográfico de la ONU revela que la población china puede caer a 1,313 millones en 2050.

En contraste India, la democracia más grande del planeta, es hoy uno de los países más jóvenes del mundo, con una edad promedio de 28,2 años. La población de la India ha crecido en más de mil millones de personas desde 1950. No es fácil conocer el tamaño exacto de la población del país, dado que India no ha realizado un censo desde 2011, sin embargo, la estimación de más de 1,400 millones de personas, supera la población de Europa (744 millones) o de América (1,040 millones). Las personas menores de 25 años representan más del 40% de la población de la India. De hecho, hay tantos indios en este grupo de edad que aproximadamente una de cada cinco personas menores de 25 años en todo el mundo vive en la India. Es decir, se encuentra frente a la oportunidad de cosechar un importante bono demográfico. El potencial del desarrollo económico puede ser enorme, siempre que se implementen políticas estratégicas dirigidas al capital humano, particularmente a los jóvenes. Dicho bono, si se utiliza sabiamente, puede acelerar el desarrollo humano y dejar los cimientos para el momento en el que inevitablemente las sociedades comenzarán a envejecer.

Mientras la India se prepara para recibir el bono demográfico, Beijing, Tokio y Seúl han introducido una serie de políticas pronatalistas en los últimos años para contrarrestar el declive de su población. Corea del Sur comenzó a contraerse en 2020 y Japón lleva más de una década en la misma tendencia. Con frecuencia se teme al envejecimiento de la población, sin embargo, con la planificación y preparación adecuadas, puede ser una fuente de enriquecimiento para las personas y las sociedades.

Un interesante enfoque para afrontar este cambio demográfico es la “economía plateada,” definida por la Comisión Europea como la suma de toda actividad económica que sirve a lasnecesidades de las personas de 50 años o más. Abarca una diversidad de actividades económicas relacionadas con la producción, consumo y comercio de bienes y servicios relevantes para las personas mayores, tanto públicas como privadas. El concepto aglutina sectores tan diversos como la sanidad, los cuidados, la banca, los seguros, la energía, la vivienda, las telecomunicaciones, la moda, la cosmética, la gastronomía, el deporte, el ocio y el turismo,

En este sentido y como respuesta directa al envejecimiento de su población, Japón y Corea del Sur han puesto en marcha planes de acción específicos con el objetivo de evitar el impacto negativo del envejecimiento de su población. Estos países han identificado las oportunidades que ofrece el grupo de consumidores de edad avanzada en combinación con el impulso de la ciencia, tecnología e innovación. Ejemplo de ello es el país Nipón que hoy se encuentra a la vanguardia del “agetech” (innovaciones tecnológicas encaminadas a cubrir las necesidades de las personas mayores). Mientras que en Occidente los robots se presentan como una amenaza potencial para los empleos, el gobierno japonés, a través de los medios, ha ayudado a generar confianza en los robots. Estos últimos están cada vez más presentes en las residencias de ancianos como apoyo del personal para ofrecer servicios de mejor calidad así como mejorar la salud, el bienestar y la independencia de las personas mayores.

China comienza a enfrentar los desafíos para atender a su creciente población que envejece, el gobierno está aumentando el apoyo político a la industria de servicios para personas mayores, con la esperanza de que el ascenso de la economía plateada ayude a impulsar el empleo y estimular el consumo.

La región Asia Pacífico contiene a países con algunas de los poblaciones más jóvenes y más viejas del mundo. Los retos en política pública son inmensos. Estos países deberán tener en cuenta los cambios demográficos en diversas áreas de la política pública, integrarlos en todos los aspectos básicos, planes y estrategias nacionales de desarrollo para aprovechar las oportunidades de las dinámicas en las que cada país se encuentran y así dar continuidad al desarrollo humano y económico.

Actualmente América Latina ha registrado transformaciones demográficas similares con la región Asia Pacífico, entre las que se destacan la disminución de la tasa de crecimiento de la población y el progresivo envejecimiento de los habitantes de la región en las últimas décadas, según reportes de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). También compartimos la velocidad con la que las poblaciones de ambas regiones están envejeciendo, según información de Naciones Unidas. Por ello resulta interesante estudiar las experiencias y buenas prácticas de aquellos países que han implementado políticas de planificación para afrontar los desafíos de dichas transiciones demográficas.

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