El hecho es que, en este momento, cuando faltan seis meses para que se lleven a cabo las elecciones con que se renovará un número sin precedente de cargos públicos, incluidos los de presidente y congresistas federales, las instituciones encargadas de organizarlas y sancionarlas no ofrecen certidumbre.

El INE, presidido por Guadalupe Taddei desde el 3 de abril pasado, lleva nueve meses sin secretario ejecutivo, su principal funcionario operativo.

Esa importante tarea la ha cubierto un encargado de despacho al igual que las correspondientes a cuatro direcciones ejecutivas, tres unidades técnicas, la dirección jurídica y la coordinación de comunicación social, que operan con encargados, pero sin la legitimidad que les daría el Consejo General con el aval de por lo menos ocho de sus once integrantes.

En el caso de la secretaría ejecutiva, Taddei no ha podido gestionar esos ocho votos de sus pares los consejeros, desde que el 12 de mayo pasado fue bateada su propuesta de Flavio Cienfuegos para ocupar el cargo.

El más reciente episodio de esta crisis política se registró en la sesión de Consejo General que inició la mañana del viernes pasado y reventó al filo de la media noche, tras un ríspido debate sobre el procedimiento a seguir para alcanzar de una vez por todas los consensos que permitan concretar los nombramientos faltantes.

De un lado se planteó facultar a la consejera presidenta para que hiciera directamente los nombramientos faltantes y del otro forzarla a que en un plazo no mayor de treinta días propusiera al Consejo, para su aval o rechazo, los nombres de las o los designados.

La primera propuesta fue finalmente retirada por quien la hizo y la segunda llevada a votación, aunque con el rechazo de Taddei quien veía en ella el rompimiento del orden constitucional.

Aun así, seis consejeros votaron a favor: Claudia Zavala, Dania Ravel, Clara Humphrey, Martín Faz, Jaime Rivera y Arturo Castrillo. Cinco lo hicieron en contra: Guadalupe Taddei, Norma Irene de la Cruz, Rita Bell, Jorge Montaño y Uuc-kib Espadas. Esto dio pie a la intervención de los representantes de los partidos políticos que acabaron por levantarse de la mesa junto con tres consejeros, rompieron el quórum legal de la sesión y dejaron las cosas como estaban. El sentido de estos votos define a los dos grupos de consejeros en el que está dividido el INE.

En el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), mientras tanto, los magistrados de su Sala Superior elegían en sesión privada y votación dividida a Mónica Soto, quien será su presidenta a partir del próximo 3 de enero. Su voto y el de los magistrados Felipe de la Mata y Felipe Fuentes Barrera avalaron la designación, es decir, el grupo que exigió la renuncia por pérdida de confianza de Reyes Rodríguez Mondragón en días pasados, quien había renunciado en la víspera y que votó en contra de la designación de Soto junto con la magistrada Janine Otálora.

Y no se pierdan de vista estos otros dos elementos: que el tribunal electoral sigue sin contar con los siete integrantes de su Sala Superior (hay dos asientos vacantes) y que en el primer día hábil de enero próximo Lenia Batres jurará como la primera ministra de la Corte designada directamente por el Ejecutivo (con inequívoca afinidad ideológica), tras el rechazo del Senado a las dos ternas que propuso para el cargo.

Estos hechos, clara evidencia de una profunda división política, dan paso también a una guerra de narrativas: la de la oposición aliancista que acusa al gobierno de “colonizar” los organismos electorales para amarrar su continuidad a cualquier costo, y la de la 4T que dice actuar para impedir que el “grupo conservador” los mantenga bajo su control para revertir el holgado triunfo que está segura de alcanzar de acuerdo con las encuestas.

Instantáneas:

1. ENCUESTAS. Aunque muestra una ventaja porcentual menor en relación con la de otras encuestas, la de GEA-ISA arroja en su más reciente estudio de preferencias electorales 52 puntos porcentuales para Claudia Sheinbaum y 30 para Xóchitl Gálvez, una diferencia de 22 puntos que contrasta con la de 52 puntos que le da la encuestadora De las Heras. Se sabe que esta última siempre ha sido proclive a AMLO y a la 4T, mientras que GEA-ISA ha sido radical opositora. Sin embargo, no hay que soslayar sus números. Algunos llaman la atención. Por ejemplo, el de que pierde fuerza el “Plan C” de AMLO, aquel de ganar la mayoría calificada en el Congreso para sacar adelante, antes de que termine su gobierno, reformas constitucionales pendientes. De acuerdo con GEA-ISA, en la intención del voto para las diputaciones federales, Morena predomina con 42%, siete puntos menos que en marzo, mientras que el PAN apenas suma 14% y el PRI 11%. Pero se diluyen las posibilidades de que Morena logre la mayoría calificada, pues solo 62% considera que es mejor que el partido del presidente cuente con la mayoría en el Congreso, diez puntos menos que a principios del año. Por otro lado, la encuesta de GEA-ISA arroja que la aprobación de AMLO descendió siete puntos en relación al trimestre anterior, quedando en 55 puntos porcentuales, equivalente al promedio de lo que va del sexenio.

2. LISTO EL PRESUPUESTO CAPITALINO. Luego de cinco horas de ir y venir, los diputados de la Ciudad de México aprobaron la madrugada del viernes pasado el Paquete Económico 2024 sin ninguna modificación. De acuerdo con la secretaria de Administración y Finanzas del gobierno de la CDMX, Luz Elena González Escobar, este presupuesto tiene una visión social: no hay aumento en impuestos y sigue garantizando los beneficios fiscales y las facilidades administrativas para apoyar a las personas, particularmente a los grupos vulnerables. Contempla ingresos por 267 mil 965.4 millones de pesos, 7.9 por ciento más que los aprobados para el actual ejercicio fiscal y tiene como objetivos: concluir el programa de infraestructura para la movilidad y sustentabilidad; continuar con los proyectos participativos y garantizar los programas sociales y de seguridad, por lo que las funciones prioritarias del gasto serán: vivienda y servicios a la comunidad (58 mil 205.4 millones de pesos), seguridad (44 mil 758.7 mdp), movilidad (32 mil 657.2 mdp), justicia (23 mil 345.5 mdp), salud (21 mil 209.1 mdp), protección social (19 mil 252.1 mdp), educación (13 mil 633.7 mdp) y cuidado del medio ambiente (9 mil 520.1 mdp). Un dato importante es que ninguna alcaldía recibirá menos recursos que el año previo y aumentan su participación dentro del presupuesto total (18.4 por ciento), respecto de la participación que tenían al inicio de la administración (17.9 por ciento en 2018). Adicionalmente, se garantizan los recursos del Presupuesto Participativo que en conjunto otorga mil 970.1 mdp entre las 16 alcaldías.

3. TREN MAYA. AMLO finalmente inauguró el viernes pasado un primer tramo del Tren Maya, una de sus obras emblemáticas, en medio de la algarabía de seguidores y beneficiarios y de severas críticas y burlas de sus oponentes. Una obra así en cualquier otra parte del mundo debería ser, en opinión de quien esto escribe, motivo de orgullo. Lo que sigue lo escuché de Demetrio Sodi: “El país está roto entre un gobierno que no acepta la crítica y los críticos que no reconocen nada bueno del gobierno”.

@RaulRodriguezC

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