El Fondo Monetario Internacional (FMI) en sus reuniones de primavera y otoño da a conocer las perspectivas de la economía mundial. En este ejercicio presenta las principales variables macroeconómicas para todo el mundo y para casi todos los países. Desde hace bastante tiempo, también aporta actualizaciones de las principales variables en enero y julio considerando el comportamiento más volátil de la economía mundial, aunque solo para algunos países. De las cuestiones que llamaron más la atención fue que revisó las proyecciones del PIB al alza para Estados Unidos (EU) de 2.1% en enero pasado a 2.7% en 2024, y de 1.7% a 1.9% en 2025. En México, fue al revés, en 2024 de 2.7% a 2.4%, y en 2025 de 1.5% a 1.4%. En el caso de nuestro país, el FMI explica la revisión a la baja por el debilitamiento del producto a finales de 2023 y principios de este año y por la contracción de la manufactura. La estimación para este año está respaldada por la expansión fiscal y para el próximo por el esperado ajuste, anunciado por el gobierno como una consolidación fiscal. En realidad, no se dice nada más de manera explícita, si acaso hace algunas alusiones a que podría verse beneficiado por el proceso de fragmentación de la economía mundial y por políticas industriales implementadas por EU. La revisión de las proyecciones de México era esperada considerando que el FMI en 2023 había estimado un crecimiento de 3.4% en enero pasado y en realidad fue de 3.2%, esto es, el punto de comparación era más alto, y que se observó una desaceleración importante desde finales de ese año. A su vez, el Banco Mundial la semana pasada había divulgado la estimación para México en 2.3% para 2024. Con la información disponible hasta el tercer trimestre de 2023, mi proyección para 2024 era similar a la del FMI, estimando un crecimiento de 2.6% para 2024, como lo publiqué en el artículo a finales del año pasado y ahora solo espero un alza de 2%. A su vez, la perspectiva en 2025 puede ser más desfavorable, por ello proyectó un alza de sólo 0.4% del PIB, no sólo porque el ajuste al gasto tendrá un efecto severo, sino también por la incertidumbre que se ocasiona por la transición de gobierno y por el proceso electoral en Estados Unidos, que podría generar más inestabilidad de la que se quiere reconocer. Por otra parte, el FMI sorprendió con la revisión de su estimación del PIB de EU para 2024, siendo incluso mayor al crecimiento del 2023 (2.5%). La explicación del alza de 0.6 puntos porcentuales se basó en un efecto estadístico del mayor crecimiento del cuarto trimestre de 2023 y por un momentum más fuerte de lo esperado para 2024. Sin embargo, reconoce que la economía de EU está sobrecalentada y que los reportes recientes de inflación muestran un repunte, por lo que no se esperaría que la Reserva Federal (Fed) reduzca rápidamente la tasa de interés de referencia. En este sentido, creo que se está subestimando el efecto rezagado de la política monetaria restrictiva, que tardará más tiempo sin relajarse de lo que se esperaba, y a su vez que se está sobreestimando el impulso que trae la economía, por lo que no sería extraño que el FMI regrese en julio o en octubre a su cálculo de 2.1% en 2024. Si bien considera que la política expansiva puede generar crecimiento en el corto plazo, ocasiona desequilibrios que podrían obligar hacer después ajustes más drásticos que desalentarían el dinamismo a la larga. En ese sentido, el organismo hace un llamado a que países que han acentuado fuertemente su endeudamiento y han elevado de manera significativo su gasto, como es el caso de México en los últimos dos años, a que inicien procesos de consolidación fiscal, que implican incrementos de impuestos y reducciones de gastos que pueden ser dolorosos. Advierte que estos deben de ser creíbles. Lo expresa de esta forma: “las consolidaciones fiscales tienen más posibilidades de tener éxito cuando son creíbles y cuando se implementan en momentos en que la economía está creciendo, y no cuando los mercados dictan las condiciones.” En este sentido, dos cuestiones destacaron los medios en México, la defensa que hizo Rogelio Ramírez de la O en Washington de que el proceso de consolidación es factible porque insistió en que el fuerte déficit de 2024 fue principalmente por la culminación de las obras generadas por los proyectos prioritarios, vendiendo a los mercados el fuerte ajuste fiscal anunciado en los Precriterios 2025. La segunda fue el trascendido de que podría repetir como secretario de Hacienda en el próximo gobierno, buscando tranquilizar a los inversionistas. Sin embargo, el enorme crecimiento del presupuesto de egresos en 2024 vino por el gasto corriente, ya que los Criterios Generales de Política Económica para 2024 habían anticipado una caída de 11.1% en la inversión física, con todo y los proyectos prioritarios. Además, de que el gasto tiene un fuerte componente inercial porque muchas de las erogaciones son obligaciones de ley, que siguen elevándose los montos por pensiones y otros pasivos contingentes, sin considerar las partidas para frenar el deterioro de la infraestructura, del sistema de salud, por ejemplo; además, tendríamos que sumar las implicaciones de las campañas electorales, como más trenes, un sistema de cuidados, pensiones a partir de los 60 años, entre muchas otras.

ADENDA

1. La decisión de reducir la factura de exportación de petróleo disminuirá los ingresos petroleros del gobierno, e intensificará las pérdidas en Pemex Transformación, afectando las finanzas públicas. 2. El tipo de cambio se disparó en unos cuantos días. Se vio afectado por la expectativa de una política monetaria menos relajada por la mayor inflación en Estados Unidos y el incremento de los riesgos geopolíticos por el ataque de Irán a Israel en represalia al bombardeo al consulado en Siria. 3. La aprobación de la reforma para que el gobierno se pueda quedar con los fondos de las Afores no reclamados es una pésima estrategia. Por quedarse con unos pocos recursos para el Fondo de Pensiones para el Bienestar que todavía no existe, se sienta un mal precedente. 4. La reducción de 10% de la planta laboral en Tesla en todo el mundo abrió la interrogante de si no se retrasará el inicio de actividades en México, cuando Elon Musk anda cabildeando en India. 5. Los crecientes flujos de inversión extranjera a la India dejan en entredicho las preocupaciones que había por regímenes democráticos a principios de siglo XXI.

Catedrático de la EST-IPN

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