Es tiempo de campañas, es tiempo de que pase todo y de que el todo se quede en el chisme mientras no nos da tiempo de procesar nada. El error común con la llegada del Régimen López Obrador estuvo en que la mayoría eligieron creer que era discurso estridente para ganar el voto, no programa de gobierno. Después, para transitar el sexenio, son esos los que se han doblegado.
Dos cosas son aparentemente inexplicables, primero, que frente a lo absurdo de los resultados de muchas de sus políticas en acción hay quienes absurdamente aún dicen, ¿cómo íbamos a saber? Segundo, que “se les descarrilan los trenes, pero no los apoyos”, o, al menos, los demoscópicos.
El #Blindspot de la semana está en la entrevista que dio el presidente López Obrador a 60 minutos de CBS de EE.UU. y dos mensajes fundamentales que, aunque no son primera plana ni agenda de chisme, explican el pasado, pero sobre todo son descriptivos de lo que viene.
Muchas cosas las repite constantemente, la diferencia es que aquí las dice en otro tono y a otro ritmo. Todo se le puede regatear a Andrés Manuel, menos que mienta porque su magia está en decir la realidad de una forma que puede ser entendida por sus audiencias y que, a pesar de ser dura, le quita la ofensa a la desfachatez.
En referencia a una conversación entre Donald Trump y él en la que señala se había acordado de que no se iba a hablar del muro, López Obrador argumenta que mucho de lo que dice el contendiente Republicano es “discurso estridente para ganar el voto”, irónico, ¿no crees? Punto ciego, pero hay otro más importante.
“Se quedó callado, se rio y me dijo, no puedo ganar contigo”. Esto empodera hasta al más despistado porque, en este caso particular, denota que López Obrador logró lo que tanto ha pelado: una relación entre iguales.
La pregunta es si esa es el tipo de igualdad que buscamos. En mi opinión no, porque lo que queremos no es que dos políticos estridentes se entiendan, sino que dos economías se complementen y crezcan en conjunto y en paralelo.
El otro momento que pone “no se puede negociar con la delincuencia”, no miente y es preciso en fortalecer en su forma de tratar al crimen organizado.
La pieza periodística es imperfecta en cuanto en muchas ocasiones describe lo que fue, no lo que es, como el uso del Jetta blanco. Pero es exacta en usar una frase “Political telenovela”, porque al hacerlo explica la afición de México por el estilo del todavía presidente. A los mexicanos nos gusta el melodrama, punto.
Estados Unidos también imprime su agenda y lo responsabiliza en forma de cuestionamiento de contener la migración que es uno de los ejes de las campañas. En el “overtime” le deja claro a su audiencia, que la relación entre ambos países continuará sin importar quién gane. En el consumo y la clase consumidora la respuesta que contiene a la política y el autoritarismo. Un sexenio explicado “in 60 minutes”.
#Blindspot #Campañas Increíble que la agenda de #Xochitl siga en lo que fue nota en 2018, ¿es en serio que la nota es dónde va a vivir? ¿es en serio que su agenda gire alrededor de la participación privada en el sector energético mientras Engie anuncia con CFE un gasoducto?