Al caminar por el centro histórico capitalino todos ubicamos la esquina de las calles de Madero e Isabel la Católica, una de las más transitadas de la zona, lo que muchos desconocen es que al edificio antiguo que hoy alberga al Museo del Estanquillo antes se le conocía como Edificio Esmeralda.

La calle de San Francisco, después llamada Plateros y finalmente Francisco I. Madero siempre fue relevante y contó con cierto glamour, pues los edificios que hasta nuestros días podemos ver en esta vía, ahora peatonal, fueron propiedades de las familias más acaudaladas de México.

En entrevista con , la comunicóloga, iconográfa y museóloga, ex colaboradora del Museo del Estanquillo, Centro de la Imagen y de la Fundación Toscano, Martha Jarquín Sánchez, dice que fue justo en Francisco I. Madero que se ubicó esta famosa joyería, considerada como la primera en el país.

Publicidad del edificio de la joyería "La Esmeralda", ubicado en la esquina de Madero e Isabel la Católica, en los años veinte. Este inmueble es obra de Eleuterio Méndez y Francisco Serrano y fue concluido en 1892; décadas más tarde el edificio de la antigua joyería albergó diversos negocios, entre ellos el bar "La opulencia", y hoy es la sede del Museo del Estanquillo, con una tienda Mixup en la planta baja. Crédito imagen: Colección Villasana.
Publicidad del edificio de la joyería "La Esmeralda", ubicado en la esquina de Madero e Isabel la Católica, en los años veinte. Este inmueble es obra de Eleuterio Méndez y Francisco Serrano y fue concluido en 1892; décadas más tarde el edificio de la antigua joyería albergó diversos negocios, entre ellos el bar "La opulencia", y hoy es la sede del Museo del Estanquillo, con una tienda Mixup en la planta baja. Crédito imagen: Colección Villasana.

Ofrecía a su clientela gran variedad y calidad en brillantes, perlas, rubíes, zafiros, ópalos, y diamantes, entre otras piezas; cuyo lujo igualaba a las mejores de Europa; de hecho, aparece en un directorio comercial muy famoso publicado a fines del siglo XIX.

Fue el presidente Porfirio Díaz quien inauguró el edificio La Esmeralda el 27 de noviembre de 1892, pues se mandó edificar especialmente para la entonces famosa joyería La Esmeralda Hauser-Zivy y Compañía; el diseño corrió a cargo del arquitecto Euliterio Méndez y del Ingeniero Francisco J. Serrano quienes eligieron un estilo ecléctico.

Fue construido para la lujosa joyería "La Esmeralda", a fines del siglo XIX; a finales de la década de los años 60 del siglo XX se convirtió en oficina de gobierno, luego fue sucursal bancaria y en algún momento llegó, incluso, a ser la discoteca “La Opulencia” en los años 90. Aquí una comparativa de su aspecto en los años 30 y otra de cómo luce actualmente. Foto antigua: Colección Carlos Villasana; foto actual: Eduardo Castañeda/EL UNIVERSAL.

Nace el Museo del Estanquillo

La idea de hacer un museo de este tipo contó con el apoyo del caricaturista Rafael Barajas “El Fisgón”, amigo personal del escritor y cronista de la ciudad, Carlos Monsiváis, así como del empresario mexicano Carlos Slim.

El museo surgió con la intención de exponer al público más de 12 mil objetos entre miniaturas, maquetas, fotografías, dibujos y caricaturas que “Monsi” adquirió en sus visitas a la Lagunilla y a la plaza del Ángel a lo largo de años, así como de otros sitios de la capital y que representan parte de la cultura, arte popular y la vida cotidiana de México.

Ya en los años 2000, el Gobierno del Distrito Federal, a través del Fideicomiso del Centro Histórico, encomendó al arquitecto Gabriel Mérigo el proyecto de restauración y adecuación del edificio La Esmeralda, para que fuera sede del Museo de Estanquillo.

Detalle de la parte superior del edificio de la joyería "La Esmeralda", ubicado en la esquina de Madero e Isabel la Católica, en una imagen de los años veinte. Hoy la construcción ya no tiene el letrero con el nombre de aquella joyería. Es la sede del Museo del Estanquillo. Colección Carlos Villasana.
Detalle de la parte superior del edificio de la joyería "La Esmeralda", ubicado en la esquina de Madero e Isabel la Católica, en una imagen de los años veinte. Hoy la construcción ya no tiene el letrero con el nombre de aquella joyería. Es la sede del Museo del Estanquillo. Colección Carlos Villasana.

El proyecto quedó en manos del propio Carlos Monsiváis con apoyo de amigos y con el soporte institucional, tanto público como privado, así como del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), del CONACULTA y de la Fundación del Centro Histórico de la Ciudad de México.

Las adecuaciones de este antiguo y elegante edificio fueron entonces auspiciadas por el ingeniero y conocido empresario Carlos Slim, quien por esos años canalizaba recursos a esta zona patrimonial, a través de distintos proyectos.

Aspecto del interior del Museo del Estanquillo en la Ciudad de México donde se observan los hermosos acabados del techo. Foto: Eduardo Castañeda / EL UNIVERSAL.
Aspecto del interior del Museo del Estanquillo en la Ciudad de México donde se observan los hermosos acabados del techo. Foto: Eduardo Castañeda / EL UNIVERSAL.
Así lucía el interior del edificio a inicios de los años 2000 durante los trabajos de renovación y acondicionamiento del inmueble para alojar el Museo del Estanquillo. Cortesía: Colección Martha Jarquín.
Así lucía el interior del edificio a inicios de los años 2000 durante los trabajos de renovación y acondicionamiento del inmueble para alojar el Museo del Estanquillo. Cortesía: Colección Martha Jarquín.

Martha Jarquín narra su experiencia como parte de un equipo muy amplio encabezado por Rodolfo Rodríguez, primer director del Museo del Estanquillo.

Recuerda que “estábamos restauradores, historiadores, museólogos, comunicadores, cineastas y antropólogos” que formaron una agrupación de especialistas fundadora del museo.

Aspecto del interior del edificio en la esquina de Madero e Isabel la Católica durante los trabajos para renovar y acondicionar el inmueble para alojar el Museo del Estanquillo. Para ello se retocaron los techos y paredes, además se colocaron otras estructuras para la exposición de los objetos. Cortesía: Colección Martha Jarquín.
Aspecto del interior del edificio en la esquina de Madero e Isabel la Católica durante los trabajos para renovar y acondicionar el inmueble para alojar el Museo del Estanquillo. Para ello se retocaron los techos y paredes, además se colocaron otras estructuras para la exposición de los objetos. Cortesía: Colección Martha Jarquín.

“Todo el equipo laborábamos en el domicilio particular de Carlos Monsiváis en San Simón, en la colonia Portales, en un departamento que estaba a la entrada de su casa, él vivía en el fondo”, dice.

El trabajo de Martha era hacer la catalogación de las obras que se irían al museo en comodato. Y las que él quería seguir conservando, por lo que era muy normal que nos visitara, viera las obras que estábamos trabajando y nos comentara alguna anécdota o recuerdo.

La adecuada iluminación es parte fundamental de todo museo. Aquí el interior del Museo del Estanquillo y tan solo algunos de los objetos que ahí se exponen. Foto: Eduardo Castañeda/ EL UNIVERSAL.
La adecuada iluminación es parte fundamental de todo museo. Aquí el interior del Museo del Estanquillo y tan solo algunos de los objetos que ahí se exponen. Foto: Eduardo Castañeda/ EL UNIVERSAL.

Martha rememora que en el mismo año en que se inauguró el museo, en el 2006, Monsiváis recibió el premio de Ciencias y Artes, “recuerdo que lo bromeábamos mucho acerca de cómo iría vestido a la premiación, si usaría corbata, en ese año editamos el libro Imágenes de la tradición viva a la par de la apertura del museo, no dormíamos, y recuerdo que reproducimos mucha de la obra que se publicó en su casa”.

La también comunicadora comparte que este trabajo lo hacían de noche “esperando que obscureciera para montar el equipo de iluminación, recuerdo que llegué a entrar a su cuarto para descolgar cuadros de la cabecera de su recámara, obviamente con su autorización, sentía una responsabilidad enorme, la pieza era de Serguéi Eisentein unos dibujos eróticos”.

Del lado derecho de la imagen se observa la joyería La Esmeralda, al rededor de 1910. De frente, el edificio de la compañía de seguros La Mexicana, ubicado en la esquina de Plateros y San José el Real, hoy Madero e Isabel la Católica. Este inmueble fue planeado por Genaro Alcorta en 1906, ocupando el sitio donde antes había estado el café La Concordia; actualmente la planta baja es una tienda de ropa juvenil de marca conocida. Colección Villasana.
Del lado derecho de la imagen se observa la joyería La Esmeralda, al rededor de 1910. De frente, el edificio de la compañía de seguros La Mexicana, ubicado en la esquina de Plateros y San José el Real, hoy Madero e Isabel la Católica. Este inmueble fue planeado por Genaro Alcorta en 1906, ocupando el sitio donde antes había estado el café La Concordia; actualmente la planta baja es una tienda de ropa juvenil de marca conocida. Colección Villasana.

Así fue que el Museo del Estanquillo se inauguró el 23 de noviembre de 2006. El curador de la exhibición En Orden de aparición, con la cual el museo abrió sus puertas, fue el caricaturista Rafael Barajas “El Fisgón”, amigo personal de Monsiváis y gran conocedor de la historia y la caricatura.

Entre esta colección había gran cantidad de grabados de José Guadalupe Posada, carteles de cine mexicano, pintura, escultura en miniatura, arte popular y fotografía, “que llegaban a nuestro lugar para su catalogación,... alguna vez llegué a pensar que nunca terminaríamos”, afirma la también comunicadora.

Una sola foto podía incluso ser una tarea interminable ya que aparecían varios personajes que no sabíamos quiénes eran, “recuerdo que alguna vez le pedí a Rodolfo Rodríguez que le preguntara directamente a él (Monsiváis), y se asombraba de nuestra ignorancia y nosotros de su erudición y su buena memoria”.

En México es muy raro construir un edificio exprofeso para un museo, sobre todo en el Centro Histórico; es más común que los edificios antiguos se adapten para estas funciones.

Martha nos habla de los problemas que hubo al interior del edificio la Esmeralda, pues no tenía espacio para resguardar los materiales de obra, por lo que se colocaron en las bóvedas de Nacional Financiera, un edificio de Carso, que está en la misma calle de Isabel la Católica, pero esquina con Venustiano Carranza. El elevador de esta construcción subsanó el tema de la accesibilidad.

Aspecto de la esquina de Plateros y Espíritu Santo, hoy Madero e Isabel la Católica, alrededor de 1875. Del lado izquierdo se aprecia un edificio que fue hasta hace poco un restaurante Vips, y a un costado está la antigua residencia de los marqueses de San Miguel de Aguayo, que fue demolida poco después para construir el edificio de La Esmeralda, hoy el Museo del Estanquillo. Colección Carlos Villasana.
Aspecto de la esquina de Plateros y Espíritu Santo, hoy Madero e Isabel la Católica, alrededor de 1875. Del lado izquierdo se aprecia un edificio que fue hasta hace poco un restaurante Vips, y a un costado está la antigua residencia de los marqueses de San Miguel de Aguayo, que fue demolida poco después para construir el edificio de La Esmeralda, hoy el Museo del Estanquillo. Colección Carlos Villasana.

En los primeros meses y años Monsiváis tomó muchas decisiones en el museo y en las exposiciones, “era un museo taquillero, había filas para entrar y se notaba abarrotado”, recuerda la museóloga.

La también iconógrafa recuerda que era Monsiváis quien ponía los títulos a las exposiciones, “eran muy ingeniosos” dice Martha, como por ejemplo: De San Garabato al Callejón del Cuajo, el amor amoroso de una pareja dispar que se trataba de los artistas Diego Rivera y Frida Khalo.

El escritor y cronista Carlos Monsiváis, quien recibió un homenaje a cinco años de su muerte, en junio de 2015, donde uno de los temas principales fue el ensayo, género literario en los que más destacó durante su trayectoria. Foto Luis Cortés/Archivo EL UNIVERSAL.
El escritor y cronista Carlos Monsiváis, quien recibió un homenaje a cinco años de su muerte, en junio de 2015, donde uno de los temas principales fue el ensayo, género literario en los que más destacó durante su trayectoria. Foto Luis Cortés/Archivo EL UNIVERSAL.

Otra exposición donde Martha tuvo una activa colaboración se presentó en 2008 y estuvo conformada en su mayoría por fotografías.

Asimismo tiene en la memoria que en marzo de 2010, se inauguró la exposición México a través de sus causas, donde hubo quien gritó sus causas perdidas mientras Monsiváis daba su discurso, pero entonces su salud ya se notaba disminuida; nuestra entrevistada dice que esa fue la exposición con la que el maestro se despidió del museo porque falleció en junio de ese año.

Imagen del edificio La Esmeralda a inicios del siglo XX, cuando era una famosa joyería del mismo nombre. Se observa a la gente caminar por las calles con sombreros y faldas largas, postal que nos transporta a esa época. ESPECIAL.
Imagen del edificio La Esmeralda a inicios del siglo XX, cuando era una famosa joyería del mismo nombre. Se observa a la gente caminar por las calles con sombreros y faldas largas, postal que nos transporta a esa época. ESPECIAL.

El nombre del museo lo eligió el cronista y fue en referencia a los Estanquillos que eran las tiendas de barrio o que había en los pueblos, donde se podían encontrar mercancías de todo tipo. De hecho, en la colección fotográfica de este recinto había varias imágenes de estanquillos por los que Monsiváis sentía especial fascinación.

  • Fuente:
  • Entrevista con la comunicóloga, iconográfa y museóloga, Martha Jarquín Sánchez. Ex colaboradora del Museo del Estanquillo, Centro de la Imagen y la Fundación Toscano.



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