Ya sea que se levanten de madrugada o salgan de su trabajo por la tarde, muchos corren al camión, toman el metro y tras cruzar media ciudad -y a veces parte del Edomex-, miles de estudiantes bajan en una de dos estaciones de la Línea 3: Copilco o Universidad. Esta es la rutina de los jóvenes “pumas” que asisten a Ciudad Universitaria, rutina que da vida a numerosas actividades académicas, sociales y comerciales en sus alrededores.

La calle Filosofía y Letras no es muy extensa, pero concentra desde comidas completas, papas a la francesa, “jochos” y pizza, hasta antojos como wafles de formas peculiares y el famoso café helado, al igual que accesorios escolares como libretas y morrales. Foto: Raúl J. Fontecilla.
La calle Filosofía y Letras no es muy extensa, pero concentra desde comidas completas, papas a la francesa, “jochos” y pizza, hasta antojos como wafles de formas peculiares y el famoso café helado, al igual que accesorios escolares como libretas y morrales. Foto: Raúl J. Fontecilla.

Así como la propia Ciudad Universitaria (C.U.), la historia de las zonas aledañas a la máxima casa de estudios y que dan cobijo para dormir, comer y hacer tareas a los futuros profesionistas, se remonta a mediados del siglo XX, cuando el complejo de facultades de la UNAM se trasladó desde el Centro Histórico de la ciudad de México hasta el Pedregal de San Ángel, en lo que entonces era el "lejano" sur de la capital.

Para ahondar más acerca de las transformaciones que se registraron en las inmediaciones de la hoy C.U., entrevistamos al Dr. Alejandro Leal Menegus del Centro de Investigaciones en Arquitectura, Urbanismo y Paisaje de la UNAM.

La Ciudad Universitaria y la avenida Insurgentes en los años sesenta. A la izquierda están la Biblioteca Central y la Facultad de Filosofía y Letras; a la derecha se ven la Torre de Rectoría y la Torre de Ciencias, que hoy es la Torre II de Humanidades. También destaca la antigua estatua de Miguel Alemán, que ya no existe. Imagen: Harrison Forman, University of Wisconsin-Milwaukee.
La Ciudad Universitaria y la avenida Insurgentes en los años sesenta. A la izquierda están la Biblioteca Central y la Facultad de Filosofía y Letras; a la derecha se ven la Torre de Rectoría y la Torre de Ciencias, que hoy es la Torre II de Humanidades. También destaca la antigua estatua de Miguel Alemán, que ya no existe. Imagen: Harrison Forman, University of Wisconsin-Milwaukee.

Por fin las facultades se concentraban en un solo espacio universitario

Alejandro habla de la arquitectura de los edificios de la UNAM cuando estaba en el Centro Histórico y señala que algunos eran verdaderos palacios virreinales, otros más del siglo XIX y los menos son del siglo XX.

Es decir, no solo hubo un solo tipo de edificios, dice, no solo hubo problemas de dimensiones, de capacidad, sino de tipos de espacios y de instalaciones. Aunado claro está a que las diferentes escuelas y facultades estaban dispersas en el Centro y en otros lugares de la capital.

Antiguo Palacio de la Inquisición en la época en que ya era sede de la Escuela Nacional de Medicina, frente a la Plaza de Santo Domingo en el Centro Histórico. Colección Villasana.
Antiguo Palacio de la Inquisición en la época en que ya era sede de la Escuela Nacional de Medicina, frente a la Plaza de Santo Domingo en el Centro Histórico. Colección Villasana.

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Lo que hacía, en una época con limitada capacidad telefónica y previo a la Revolución digital una falta de eficacia operativa muy importante, al tener que estar mandando mensajeros entre una y otra sede.

permitió otra relación entre las diferentes escuelas y facultades, en la cual todas convergían bajo un principio de centralidad en un solo espacio o campus universitario. Es decir, dejar de entender a la Universidad como un conjunto de edificios aislados y, en cambio, percibirla como un único todo: CU, en la cual, además, por sus características espaciales, su escala y elementos como el paisaje tomaron cierto protagonismo que en el centro simplemente no habría logrado.

La Facultad de Medicina de la UNAM y su entorno en los años cincuenta. Este conjunto es obra de los arquitectos Pedro Ramírez Vázquez, Roberto Álvarez, Ramón Torres y Héctor Velázquez; a la izquierda está el mural "La vida, la muerte, el mestizaje y los cuatro elementos", de Francisco Eppens. Imagen: Colección Villasana.
La Facultad de Medicina de la UNAM y su entorno en los años cincuenta. Este conjunto es obra de los arquitectos Pedro Ramírez Vázquez, Roberto Álvarez, Ramón Torres y Héctor Velázquez; a la izquierda está el mural "La vida, la muerte, el mestizaje y los cuatro elementos", de Francisco Eppens. Imagen: Colección Villasana.

Los cambios en el sur coincidieron con la transformación de la gran urbe

El doctor en arquitectura narra que la construcción de C.U aceleró la urbanización de la Ciudad de México hacia el sur, con todo y que el sur de la capital ya estaba en proceso de urbanización. Por ejemplo, Jardines del Pedregal, ya se había empezado antes que CU.

A inicios de 1950, la calle de Dr. Gálvez no era una arteria desolada, pero en definitiva la urbanización no se comparaba al panorama actual, que se ve en la toma desde las afueras de la estación del Metrobús del mismo nombre, un par de cuadras más adelante.


Y es que C.U. se pensó como una ciudad en sí misma, que incluiría todo lo que la vida cotidiana conlleva a su interior, en específico la vivienda.

La mancha urbana ha crecido tanto que ahora Ciudad Universitaria está lejos de ser el extremo sur de la capital, pues la urbanización ya alcanza los cerros más lejanos a simple vista. Foto: Raúl J. Fontecilla.
La mancha urbana ha crecido tanto que ahora Ciudad Universitaria está lejos de ser el extremo sur de la capital, pues la urbanización ya alcanza los cerros más lejanos a simple vista. Foto: Raúl J. Fontecilla.

En términos de la historia urbana de la Ciudad de México, su gran expansión se dio justamente en el periodo 1950-1975 que coincide con el crecimiento del llamado nuevo Barrio Universitario del Pedregal y con una dinámica de transformación importantísima de la capital, en el que pasó de ser una gran ciudad a una verdadera metrópoli de dimensiones indeterminadas (mancha urbana).

El Estadio Olímpico Universitario adornado para los Juegos de 1968. Este espacio es obra de los arquitectos Augusto Pérez Palacios, Raúl Salinas y Jorge Bravo, y fue inaugurado en 1952; en el fondo se ven los edificios de la Ciudad Universitaria y la zona de Copilco. Imagen: Colección Villasana.
El Estadio Olímpico Universitario adornado para los Juegos de 1968. Este espacio es obra de los arquitectos Augusto Pérez Palacios, Raúl Salinas y Jorge Bravo, y fue inaugurado en 1952; en el fondo se ven los edificios de la Ciudad Universitaria y la zona de Copilco. Imagen: Colección Villasana.

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Como sabemos, regresando a C.U, finalmente se descartó el proyecto habitacional dentro la misma, sólo se construyeron dos edificios: el Multifamiliar para Maestros y un prototipo de vivienda para estudiantes, la llamada Unidad de habitaciones.

Sin embargo, la Unidad de habitaciones para estudiantes nunca se usó como tal y el único edificio de vivienda que se construyó al interior de C.U y que se usó como tal desde su construcción hasta la fecha es el Multifamiliar para maestros.

En los inicios de la C.U, en la década de los cincuenta, llegar a la zona escolar representaba un problema, por la distancia entre C.U y el resto de la ciudad, donde vivía y hacía su vida cotidiana la mayoría de la comunidad universitaria.

De ahí que los camiones y transporte público que conectaban la nueva Ciudad Universitaria con la Ciudad de México, las líneas o rutas, se prestaran para un tema de jaloneos políticos y constantes crisis entre la comunidad universitaria y los mismos transportistas.

Varias personas son captadas abordando un autobús de la extinta Ruta 100 en una fotografía tomada en la década de los ochenta. Al fondo se encuentra la estación terminal Universidad de la línea 3 del Metro. Crédito: Colección Villasana.
Varias personas son captadas abordando un autobús de la extinta Ruta 100 en una fotografía tomada en la década de los ochenta. Al fondo se encuentra la estación terminal Universidad de la línea 3 del Metro. Crédito: Colección Villasana.

Metro y Hospitales sirvieron como “barrera” a C.U

La llegada del Metro Copilco en la década de 1980 transformaría por completo los alrededores de C.U. Lo que fue inicialmente el FCU (Fraccionamiento Copilco Universidad) pasó de ser una colonia habitacional de clase media -en gran medida poblada por profesores y alumnos de la universidad- a una colonia de usos mixtos, y de índole comercial, en donde lo andadores que conectan la salida del Metro con la Universidad se transformaron en verdaderos corredores comerciales.

En el caso del Metro Universidad, éste se construyó -además de la razones obvias de conectar con un sistema de transporte masivo esa parte del campus (Ciencias y la parte sur de Institutos)- en una barrera física entre el campus y las urbanizaciones irregulares, fruto del paracaidismo que se dio en entorno al campus en la década de 1970, en lo que fue el Pedregal de Santo Domingo y que llegaron a representar un problema para la Universidad, en cuanto al peligro de perder parte de su territorio.

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Antes vacía, el área fuera de metro Copilco ahora cuenta con decenas de comerciantes que venden tacos, tortas, papas fritas, tamales, mariscos y toda clase de dulces y botanas para los jóvenes que salen del STC con antojo o hambre. Foto: Raúl J. Fontecilla.
Antes vacía, el área fuera de metro Copilco ahora cuenta con decenas de comerciantes que venden tacos, tortas, papas fritas, tamales, mariscos y toda clase de dulces y botanas para los jóvenes que salen del STC con antojo o hambre. Foto: Raúl J. Fontecilla.

Por la misma razón, se construyeron al sur los hospitales, entre ellos el Instituto Nacional de Pediatría y la Universidad construyó el CCH Sur, a manera de “mojoneras” para proteger al perímetro de C.U de posibles invasiones.

En cambio, la relación por el lado poniente siempre fue la más “estable”, porque el Fraccionamiento Jardines del Pedregal surgió antes de la construcción de C.U; sin embargo, con la salida de la Universidad se fueron sobre todo los estudiantes, quienes representaban el grueso de la población universitaria.

Si bien la población también consta de familias y adultos jóvenes, la Unidad Habitacional Integración Latinoamericana es una de las principales opciones para rentar cerca del Campus Central. Foto: Antonio Rueda Escobedo.
Si bien la población también consta de familias y adultos jóvenes, la Unidad Habitacional Integración Latinoamericana es una de las principales opciones para rentar cerca del Campus Central. Foto: Antonio Rueda Escobedo.

Así se dio un primer cambio en la dinámica poblacional de la zona, el centro comenzó a perder habitantes fijos, gente que residía y hacia su vida ahí, a favor de más y más población flotante de entrada por salida.

Muchos negocios relacionados con la vida universitaria desaparecieron como librerías, cafés, restaurantes, cantinas y diversos lugares de reunión y encuentro de la comunidad universitaria. Además, los edificios que antes ocupó la Universidad tuvieron que replantear su función, lo que en un primer momento puso en riesgo su conservación.

Afortunadamente, casi todas estas construcciones fueron conservadas por la máxima casa de estudios, teniendo solo un cambio de función, de ser propiamente de uso escolar, pasaron a la difusión cultural y a ser espacios para sociedades de exalumnos. Un ejemplo clásico es el Palacio de Minería, inclusive restaurado por la Sociedad de Exalumnos de la Facultad de Ingeniería.

La calle de Tacuba en una tarjeta postal de los años veinte, donde destaca del lado izquierdo el Palacio de Minería, que entonces albergaba a la Escuela Nacional de Ingenieros. Colección Villasana.
La calle de Tacuba en una tarjeta postal de los años veinte, donde destaca del lado izquierdo el Palacio de Minería, que entonces albergaba a la Escuela Nacional de Ingenieros. Colección Villasana.

Con su traslado al sur, la UNAM ganó los espacios que tanto necesitaba

Respecto a la salida del complejo universitario del Centro Histórico dice que se piensa que fueron más los aspectos negativos que los positivos, pero que se podría argumentar que el Centro de hoy, no podría ser lo que es si hubiera permanecido la Universidad dentro de él.

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“Me refiero a que el Centro tomó un giro hacia la difusión de la cultura, hacia los museos y espacios de esparcimiento cultural, más que espacios de estudio o escolares. Así que no podrían tal vez coexistir las dos funciones a la vez plenamente si la Universidad hubiera seguido ahí”, considera Alejandro.

Los vecinos de los edificios más cercanos a CU en la colonia Copilco Universidad saben que lo único que los separa del campus es el Paseo de las Facultades, que cuenta con un andador y áreas verdes. Foto: Raúl J. Fontecilla.
Los vecinos de los edificios más cercanos a CU en la colonia Copilco Universidad saben que lo único que los separa del campus es el Paseo de las Facultades, que cuenta con un andador y áreas verdes. Foto: Raúl J. Fontecilla.

Es decir, de alguna forma, hubo algo bueno en despresurizar al Centro de la actividad Universitaria. “Aunque, insisto, la idea más extendida es que las desventajas fueron más que las ventajas para el Centro”.

El cambio, dice, le permitió crecer a la Universidad, contar con los espacios que necesitaba, soportar la expansión de la matricula estudiantil y no perder calidad. Además, claro está, del imaginario de cambio, transformación y de renovación que representó la Ciudad Universitaria; el Centro, inversamente, ya se percibía como ineficiente, folclórico y rebasado.

Cuando hay ratos libres en las tardes o en las noches, es común ver grupos de estudiantes por esta zona, camino a los negocios de comida rápida sobre Eje 10, ya sea para compartir pizza, sushi o hamburguesas. Foto: Carlos Hernández.
Cuando hay ratos libres en las tardes o en las noches, es común ver grupos de estudiantes por esta zona, camino a los negocios de comida rápida sobre Eje 10, ya sea para compartir pizza, sushi o hamburguesas. Foto: Carlos Hernández.

Aunque con el paso del tiempo y cierta nostalgia del Antiguo Barrio universitario se quiera idealizar un espacio urbano que en realidad tuvo muchos claros oscuros. Por ejemplo, “es sabido cómo los diferentes grupos de choque estudiantiles formaban verdaderas pandillas violentas en el Centro, tanto así que los Rectores de la década de 1930 se desplazaban armados o con protección”, afirma.

Metro y comercio masificaron CU

En resumen, entre 1950 y 1975 cambió el sur de la Ciudad de México y se urbanizó por completo el perímetro de Ciudad Universitaria. La introducción del Metro coincide con una mayor masificación de la Universidad y con la llegada de más estudiantes y trabajadores que no habitaban en las cercanías de C.U, arribaron inclusive de otros estados de la República.

Además de los negocios de alimentos, otra actividad económica que destaca en la zona son los talleres de impresión que ofrecen desde fotocopias engargoladas hasta tesis encuadernadas y ploteo. Foto: Raúl J. Fontecilla.
Además de los negocios de alimentos, otra actividad económica que destaca en la zona son los talleres de impresión que ofrecen desde fotocopias engargoladas hasta tesis encuadernadas y ploteo. Foto: Raúl J. Fontecilla.
Atrás quedó la época en que era común escuchar el sobrenombre de “el Paseo de la Salmonela”, pues meses antes de la pandemia de 2020 la zona recibió una remodelación mayor, desde el pavimento hasta la construcción de locales fijos para los comerciantes que sirven jugos, pollo rostizado, tortas, tacos y comida corrida con el mejor sazón casero. Foto: Raúl J. Fontecilla.
Atrás quedó la época en que era común escuchar el sobrenombre de “el Paseo de la Salmonela”, pues meses antes de la pandemia de 2020 la zona recibió una remodelación mayor, desde el pavimento hasta la construcción de locales fijos para los comerciantes que sirven jugos, pollo rostizado, tortas, tacos y comida corrida con el mejor sazón casero. Foto: Raúl J. Fontecilla.

Es decir, después de 1980 la mayor parte de la población de C.U, pasó a ser una verdadera población flotante, que entra al campus en la mañana y sale en las noches, pero que no permanece las 24 horas, y que no provenía de los alrededores, sino de muchos otros lados, de alguna forma se dio una “metropolización” de la propia Universidad.

Aunque no es de soreprender, mucho de los propietarios de apartamentos en esta zona no habitan las casas o departamentos que ponen en renta, por lo que el contacto es casi siempre a través de medios como el teléfono y las redes sociales. Foto: Alejandro Leal.
Aunque no es de soreprender, mucho de los propietarios de apartamentos en esta zona no habitan las casas o departamentos que ponen en renta, por lo que el contacto es casi siempre a través de medios como el teléfono y las redes sociales. Foto: Alejandro Leal.

Lo anterior coincidió además con los nuevos campus satélites como fueron las Escuelas Nacionales de Estudios Profesionales (ENEP) ahora Facultades de Estudios Superiores (FES). De ahí que los alrededores de C.U, donde están los puntos de acceso, se consolidarían como puntos de variado comercio ligados a satisfacer las necesidades de esta mayoritaria población en tránsito entre sus orígenes y la Universidad.

Con el desarrollo de la capital siempre en marcha, las inmediaciones del norte de Ciudad Universitaria pasarían de ser el silencioso Pedregal de San Ángel a ser un referente de la modernidad, así lo muestran edificios como la Torre Murano y la Torre Aleph. Foto: Raúl J. Fontecilla.
Con el desarrollo de la capital siempre en marcha, las inmediaciones del norte de Ciudad Universitaria pasarían de ser el silencioso Pedregal de San Ángel a ser un referente de la modernidad, así lo muestran edificios como la Torre Murano y la Torre Aleph. Foto: Raúl J. Fontecilla.

Viviendas destinadas a trabajadores de UNAM ahora son para estudiantes

Lo que alguna vez fueron viviendas para familias de clase media, muchas de ellas de trabajadores y académicos de la Universidad construidas en los alrededores en diferentes Unidades habitacionales, en la actualidad se han transformado en vivienda estudiantil informal a partir del concepto de cohabitación.

Lo mismo sucede en las colonias informales del Pedregal de Santo Domingo.

En ese sentido, afirma, aunque Jardines del Pedregal colinda con C.U, más allá del muro que las divida, también hay cierta incomunicación entre ambos espacios. Lo que no sucede por ejemplo entre C.U y Copilco, CU y Santo Domingo y C.U y el Imán.

Como dice el arquitecto, la proporción de estudiantes que llega a la Universidad desde lejos hizo crecer tanto las rentas que se ha vuelto de lo más común ver anuncios de habitaciones disponibles colocados en postes de luz y paredes por toda la zona. Foto: Alejandro Leal M.
Como dice el arquitecto, la proporción de estudiantes que llega a la Universidad desde lejos hizo crecer tanto las rentas que se ha vuelto de lo más común ver anuncios de habitaciones disponibles colocados en postes de luz y paredes por toda la zona. Foto: Alejandro Leal M.

Hoy en día Copilco Universidad representa un entorno urbano moldeado a la medida de las necesidades de la comunidad universitaria, en éste hallan los servicios que no encuentran al interior del campus, al ser más flexible y dinámico; indirectamente, simboliza una crítica a la idea moralista de formar mejores alumnos a partir de alejarlos de la vida bohemia de la ciudad.

Un dato curioso de las calles más transitadas por los universitarios que entran y salen por la Puerta de Odontología es que cambian de nombre de tramo en tramo. El punto más cercano a la cámara es calle Odontología, le siguen Arquitectura, Medicina y Filosofía y Letras; todas tienen su trazo en forma de escuadra. Foto: Raúl J. Fontecilla.
Un dato curioso de las calles más transitadas por los universitarios que entran y salen por la Puerta de Odontología es que cambian de nombre de tramo en tramo. El punto más cercano a la cámara es calle Odontología, le siguen Arquitectura, Medicina y Filosofía y Letras; todas tienen su trazo en forma de escuadra. Foto: Raúl J. Fontecilla.

Con el paso del tiempo Copilco se ha vuelto una zona de encuentro, de socialización, de asilo y posibilidades para quienes vienen a estudiar de otros estados del país o de zonas lejanas de la misma capital; también ofrece cierto esparcimiento juvenil, como lo hizo en su momento el antiguo barrio universitario.

La calle Cerro del Agua, al ser una de las principales salidas del campus, llega a embotellarse por el flujo tanto de particulares como del transporte público que va hacia Santo Domingo. Foto: Carlos Hernández.
La calle Cerro del Agua, al ser una de las principales salidas del campus, llega a embotellarse por el flujo tanto de particulares como del transporte público que va hacia Santo Domingo. Foto: Carlos Hernández.
  • Fuentes:
  • Entrevista: Alejandro Leal Menegus. Profesor asociado de tiempo completo en el Centro de Investigaciones en Arquitectura, Urbanismo y Paisaje (CIAUP) de la Facultad de Arquitectura (FA) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Doctor en Arquitectura por la UNAM.
  • Libro: “Historia del Barrio Universitario Moderno del Pedregal – de la centralidad a la dispersión -1952 -1976”. UNAM.
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