Cuando se cierra el año, además de disfrutar de la libertad de dedicarse a la familia y a las amistades, también nos da por anticipar sobre cómo será el año que comienza para aprovechar de mejor manera el tiempo, en todas las actividades que emprendemos.

Se nos vienen a la mente preguntas tales como: ¿Qué significa ser exitoso? ¿Cuáles son nuestras aspiraciones? ¿Significa más dinero, estatus, poder? ¿Convivir más con la familia y amistades? Y se me ocurre que la respuesta a la primera pregunta, tendrá que ver con la definición personal de lo que entendemos por alcanzarlo, mucho más allá de aceptar la definición adecuada para los demás.

Sencillo de escribir, vaya, que resulta complejo definirlo y no hay respuesta única; alguna pudiera ser la de aprovechar al máximo nuestro potencial mientras transitamos por este planeta (con forma de papa, según precisan los últimos reportes de los que escudriñan el espacio, que han hecho de su vida una sucesión generacional en la investigación del universo que habitamos) lo que significa algo distinto para cada individuo.

A las preguntas sobre nuestras ambiciones personales, las repuestas pasan por el concepto de equilibrio de vida: para algunos, el lograr llegar a casa durante la semana, a buena hora para convivir con la familia; para otros, tener tiempo después del trabajo, para seguir estudiando, practicando algún deporte o también, un trabajo adicional que permita mayores ingresos.

El tema de alguna manera se empezó a enfatizar hace dos siglos, cuando algunas legislaciones reflexionaron sobre la cantidad correcta, de horas a trabajar por cada trabajador. El término se empezó a tomar con mayor seriedad en los ochenta del siglo pasado y ahora es algo, que combina el tiempo presencial con el remoto, además, de que las nuevas generaciones, tienen mayor preferencia por emprender su propio negocio, que hacer carreras largas en las organizaciones.

La definición pudiera ser: ¿Cuál es la mezcla correcta de horas de trabajo y vida personal? Esta última para cada uno, también es distinta y que pudiera incluir tiempo con los amigos y la familia, descansar, participar en hobbies, practicar algún deporte, dedicarse a labores en beneficio de la comunidad, incluso, para algunos, trabajar en algo distinto, lo cual incluye meterle más horas al trabajo actual, por representar posibilidades de crecimiento personal y económico; como diría Confucio: "encuentra lo que te gusta y desde ese día no trabajas"

Algunos datos que pudieran contribuir a la reflexión son: algunas investigaciones han demostrado que, si no sentimos como controlamos el tiempo personal, las enfermedades, tales como el estrés incontrolable, provocan ausentismo y baja productividad, abundan que el mal equilibrio es causa de dolores de cabeza, presión arterial alta, insomnio, ansiedad, depresión, un sistema inmunológico muy débil.

Cuando sentimos que nuestra energía se consume de manera desequilibrada, los sentimientos de culpa y frustración se elevan, lo cual afecta nuestra estima y la sensación de ser exitosos. Pudiéramos para el año que comienza, revisar cómo nos evaluamos en cuanto al uso del tiempo, y si encontramos oportunidades, proponernos cambios; mejorar la eficiencia en el trabajo, menos hora-nalga y más logros, agregar flexibilidad, programar tiempo personal para hacer lo que nos proponemos.

Entendiendo que equilibrar vida es un concepto difícil de lograr, sobre todo cuando las organizaciones están empequeñeciendo (pues, los que quedan tienen más responsabilidades y los que se van sufren angustia) convendría tomarlo en serio, para lograr un mejor balance en el uso de un recurso no renovable; el tiempo de vida ¿Qué más valioso que eso? Feliz 2023.


Profesor de asignatura del ITAM, Consultor y Consejero de empresas y varios años miembro del Consejo Internacional de The Strategic Leadership Forum.  

Google News

TEMAS RELACIONADOS