A las y los ministros leales a la Constitución

Estamos frente a la elección más grande de la historia moderna de México. Estamos a tiempo de reflexionar en qué México queremos despertar el 3 de junio. El de las libertades, derechos, con una Suprema Corte que defienda la Constitución.

Es momento de meditar si queremos seguir mejorando nuestras instituciones y leyes para beneficio de todas y todos; o perder lo que hemos construido por décadas, como nuestra democracia, a través de caprichosas reformas que solo benefician a un solo hombre.

Se trata de elección más importante y más trascendente. Más de 20 mil cargos de elección, desde la Presidencia de la República, ocho gubernaturas, la jefatura de la Ciudad de México, la Cámara de Diputados, el Senado, Congresos estatales, alcaldías, regidores, es la elección más decisiva, y por eso debemos de reflexionar nuestro voto.

Si no hacemos lo que nos corresponde despertaremos en un país en donde ni nuestros abuelos, ni nuestros padres, ni nosotros hemos vivido, el riesgo de perder la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). Hemos perdido la Presidencia, las mayorías en el Congreso, porque eso sucede en un país plural y demócrata, pero no la Corte, porque hasta ahora se había respetado su autonomía, pero con la llegada de este gobierno autoritario y su continuidad, se quiere cambiar el régimen democrático que tenemos.

Y voy a explicar ¿por qué? En noviembre el ministro Luis María Aguilar deja su puesto vacante, y como ya lo vimos con la renuncia del exministro Arturo Zaldívar, quien por cierto fue desleal a la Constitución, y abrió el paso a Lenia Batres para ser ministra por 15 años, elegida “por el dedazo” del presidente y no por el Senado por primera vez en la historia del país, convirtiéndose en la primer ministra elegida por ser leal al régimen y no a nuestra Carta Magna.

Con siete votos de los once ministros, la Corte ya no podrá determinar la inconstitucionalidad de reformas caprichosas. Nosotros, la oposición, en el Senado defendimos la democracia cuando evitamos la desaparición del INE, pero fue la Corte la que decidió que la reforma llamada “Plan B” era inconstitucional, lo mismo que la reforma eléctrica.

Con la desaparición de los contrapesos cualquier reforma, por descabellada que parezca, será aprobada y no podrá detenerse ni en la Corte, es decir, si a algún diputado, senador o al presidente, se le ocurre expropiar todos los hoteles del país a través de una reforma, aunque ello sea violatorio de la Constitución, la reforma va a pasar, porque los siete votos no son suficientes para detenerlo.

Por lo que perder la Suprema Corte nos llevará al abismo. Hoy todos los países que han perdido la Corte son una dictadura. Ahí está Cuba, Bolivia, Venezuela, Nicaragua.

¿Quién propone a las o los futuros ministros de la Corte? La próxima presidenta de México. Y es por eso que es importante reflexionar en el México que queremos despertar.

Si queremos seguir viviendo en este país que tanto amamos, si queremos salvaguardar nuestro patrimonio, tenemos que pensar a quién le vamos a dar nuestro voto.

Pero lo bueno querido lector, es que nos quedan menos de 100 días para decidir en cuál México nos queremos despertar, y la decisión está en nuestras manos.

Josefina Vázquez Mota

Senadora de la República

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