Todo mundo beatle llora a Manuel Guerrero, comenzando por Ricardo Calderón, “El caguamón”, su compadre, zar del vicio beatle que, alguna vez, trajo a México al perico de la tía de Paul para dar una conferencia en épocas de bonanza del “Cuarteto de Liverpool”.

Manuel era la voz mexicana autorizada sobre lo que queda del grupo, que evolucionó el concepto del pop hasta nuestros días; y, se dice, sabía más del fenómeno de los Beatles que ellos mismos. Tan sabía tanto que, una vez, le preguntaron al propio Paul McCartney qué había hecho el 7 de febrero de 1970, El beatle dijo que ni se acordaba, que mejor le preguntaran a Manuel Guerrero; el mexicano esbozo un: “¿en la mañana o en la tarde?”

Ganador de El gran premio de los 64 mil pesos, Manuel tuvo la fortuna de inscribirse en el programa unas horas antes que su colega, Enrique Rojas, otro erudito en materia beatle, que acabó ayudándolo a prepararse para el concurso conducido por Pedro Ferriz. El certamen lo catapultó al longevo “El club de los Beatles”. Otro amigo de él, David “Rayita” Prado (por su parecido al líder de Los Gremlins), actual director radiofónico de “La era del dinosaurio”, también fue de su círculo de amigos, lo mismo que Mario Hernández y Raymundo Gabriel (“El agente naranja”) de EMI.

Un sinnúmero de artistas del rock, comenzando por McCartney, Queen, Kiss, Creedence, Deep Purple y muchos más pasaron por su micrófono. Manuel siempre fue invitado de honor por ejecutivos disqueros y su voz erudita marcó de por vida a generaciones con dos horas diarias del fenómeno beatle, hasta esta semana, en que calló el gustado programa que pasaba en Universal 88.1 FM, por Universal Stereo.

En tiempos del lanzamiento de la “Antología Beatle”, seguramente con el apoyo logístico de la CIA, La KGB y el Mossad, sabía antes que nadie lo que venía y lo dosificaba en los dos turnos radiales, el diurno y el nocturno. Se dice que todavía en este turbulento tiempo, McCartney y Ringo Starr le temían por lo que sabía a lo largo de más de 30 años de su vida y obra. También se afirma que asesoró secretamente a Ron Howard y a Peter Jackson para sus respectivos rockumentales del cuarteto. El referente obligado para fans y doctos del fenómeno beatle era Manuel Guerrero, que una vez como premio a sus conocimientos de avanzada, acabó en una conversación con John Lennon y Yoko Ono, que le obsequiaron, autografiados, sus respectivos últimos discos.

En 1964 comenzó escuchando a los de Liverpool y acabó esta semana, involuntariamente a los 65 años, llevándose muchos de sus secretos a la tumba. Su último amigo fue un bastón que lo acompañaba a todos lados en sus sabrosas anécdotas y pláticas. Varias veces estuvo en Inglaterra y fue invitado de lujo en los estudios Abbey Road. Una vez reconocido por su experiencia, conferencias y charlas, se hicieron una cosa cotidiana. Sus seguidores sabían aquilatar sus conocimientos y sabiduría aplicada a los cuatro monstruos que le quitaron el roll al rock.

Parece que el primero que soltó la noticia en redes fue el fotógrafo oficial del rock mexicano, Fernando Aceves, quien dijo: “Ya se encuentra con John y George (Harrison)”; por lo que muchos pensaron que se trataba de Paul McCartney. Pero no, casi a punto de la lágrima y con el Jesús en la boca, descubrieron que de quien se trataba, era de Manuel Guerrero, el de la icónica voz autorizada beatle… Adiós amigo.

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