El 31 de mayo, la Organización Mundial de la Salud celebra el Día Mundial sin Tabaco, el cual busca concientizar sobre los daños a la salud que el tabaquismo ocasiona en los que fuman y en quienes conviven con fumadores.

En México podemos decir que todos los años hay mas de 100,000 fallecimientos relacionados con el tabaquismo, por lo que una de cada seis defunciones están relacionadas con esta adicción.

Desde hace varios años, enfermedades como Infartos Agudos al Miocardio, Cáncer, Enfermedad Cerebrovascular, Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica e Influenza se presentan con mas frecuencia y a mas temprana edad en fumadores, y son padecimientos que ocupan los primeros lugares como causa de enfermedad y muerte.

También deben considerarse los costos elevados vinculados al consumo de tabaco, en particular en países como México. Estos incluyen los de la atención de las enfermedades secundarias al tabaquismo, la muerte en edades productivas y la disminución de la productividad en los enfermos, entre otros. Es decir el costo que enfrentan las familias y la sociedad representan por lo menos 75 mil millones de pesos anuales.

El panorama es aún más sombrío al considerar la relación estrecha entre el tabaquismo y la pobreza, ya que de acuerdo con la OMS y con datos de nuestro propio país, las familias de escasos recursos ocupan hasta 10% del gasto familiar para adquirir tabaco, lo que a su vez modifica la dinámica familiar al disponer de menores recursos para la alimentación, la educación y la atención a la salud.

Si bien la prevalencia en el número de fumadores se ha mantenido en los últimos 20 años, la feminización de la epidemia y el consumo frecuente por menores de edad son los principales problemas que en materia de tabaquismo aquejan a nuestro país.

El 26 de febrero de 2008, es decir hace mas de 12 años, se aprobaron en México, la Ley General para el Control del tabaco por parte del Congreso de la Unión y la Ley de Protección a los No fumadores que hoy se aplica en la Ciudad de México. La primera, da permisibilidad para que se pueda fumar en lugares cerrados bajo ciertas características, mientras que en contraparte en la Ciudad de México esta prohibido dicha práctica.

Sin embargo, cuando analizamos la situación Nacional nos enfrentamos a que sólo en 24 entidades del país existe normatividad al respecto y en por lo menos 8 de ellas se visualiza que la normatividad es altamente permisiva y que hubo interferencia de la industria tabacalera.

Hoy, es importante señalar que contamos ya, con una Ley General obsoleta y caduca en la mayoría de sus aspectos y que en los últimos 12 años, no hemos avanzado en la protección de nuestra población y sobre todo en la de nuestros menores de edad.

Así vemos que aún no contamos con la garantía de tener espacios cerrados 100% libres del humo del tabaco y que cada vez es mas frecuente ver como la normativa en lugares como la Ciudad de México se viola de manera flagrante. Baste decir que países como Uruguay, Panamá y Guatemala lo tienen reglamentado desde hace 10 años por lo menos.

De igual modo, nuestro país es de los que menos han avanzado en materia de advertencias sanitarias y pictogramas. Mientras que Uruguay se convirtió en la primera nación de América que obliga a las compañías tabacaleras a usar empaques de un solo color y sin ningún tipo de diseño o publicidad, en México el tamaño del pictograma es de apenas la tercera parte de la cajetilla. Por ejemplo Brasil, desde hace casi 20 años el pictograma ocupa 100% de una de las caras principales de la cajetilla.

La venta ilegal de Tabaco en nuestro país es un problema creciente que permite que los menores de edad tenga acceso a éste producto y por ende que inicien a consumir de igual manera alcohol u otras drogas ilícitas. Lo anterior debido a que es bien conocido que el Tabaco, junto con el alcohol, son las dogas “legales” de inicio para el consumo de otras drogas. Actualmente, existe un mercado de venta ilegal de tabaco que se presenta en todo el país, donde a través de la venta de cigarro por unidad, los adolescentes tienen fácil acceso al producto. Este tipo de venta ilegal se presenta en tiendas de abarrotes, expendios de periódicos, papelerías, farmacias, comercio ambulante entre otros.

Estimo que a través de este mercadeo de cigarros por unidad, adicional a la facilidad que tiene un menor de edad para adquirirlos, existe una evasión fiscal cercana a los $9,000,000,000.00 millones de pesos. Recursos que claramente vendrían muy bien al Sistema de Salud de nuestro país.

Otro problema a considerar es la presencia de cigarros electrónicos y vapeadores, que si bien recientemente fue prohibida su importación, la realidad es que se encuentran en cualquier ciudad de México y por ende e incrementa su consumo sin que exista regulación clara al respecto.

Al menos hoy, existen en el Congreso de nuestro país casi una decena de iniciativas, sin que nuestros legisladores se puedan poner de acuerdo. Es claro que México necesita un nuevo marco Regulatorio que contemple todos los aspectos antes señalados y que establezca las responsabilidades entre los diferentes niveles de gobierno y las distintas autoridades involucradas en dicha regulación.

Hoy, al celebrar el Día Mundial sin Fumar es importante reflexionar y sensibilizar a nuestras autoridades del Ejecutivo y Legisladores sobre la importancia que reviste en materia de Salud Pública el que se actualice el margo legal vigente y se den pasos que prioricen la salud de la población por encima de los intereses económicos. Sobre todo, que proteja a nuestros adolescentes y regule los productos de tabaco en todas sus modalidades con un marco normativo estricto y basado en disminuir a lo máximo el daño que ocasionan. México debe y puede ir a la vanguardia en este tema.

Vicepresidente de la Sociedad Mexicana de Salud Pública

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