Dos importantes líderes argentinos se reunieron este domingo y la imagen de su abrazo dio la vuelta al mundo. Se trata del Papa Francisco y el presidente de Argentina, Javier Milei. Pero, ¿por qué fue tan mediática esa interacción?

Durante su ascenso como político, Milei realizó varias declaraciones polémicas contra el Papa Francisco. Lo llamó “idiota”, “zurdo” de forma despectiva y hasta lo acusó de ser “el representante del maligno en la Tierra” y “tener afinidad con comunistas asesinos”. El Papa nunca respondió a los comentarios de Milei.

Tras su llegada a la presidencia de Argentina, Milei moderó su discurso contra el líder de la Iglesia Católica. Incluso, invitó al Pontífice a visitar su país y dijo que su presencia traería “frutos de pacificación y de hermanamiento a todos los argentinos".

Este lunes se tenía previsto un encuentro oficial entre el Papa Francisco y Milei, sin embargo la sorpresa ocurrió un día antes, en un encuentro informal que el mismo Papa provocó. El domingo, en la Basílica de San Pedro, al finalizar la misa por la canonización de María Antonia de San José de Paz y Figueroa, mejor conocida como “Mama Antula”, la primera santa argentina, el Papa pidió que lo llevaran hasta donde estaba sentado Milei y ahí ocurrió algo inesperado.

En un ambiente ameno, el Papa saludó a Milei, bromeó sobre su cabello, y éste le pidió un abrazo. Este signo ha causado polémica por juzgar que con ello aceptaba el Papa las críticas de Milei, pero también se ha tomado como un símbolo de perdón y reconciliación tras los ataques recibidos por el Papa.

Hasta el momento no sabemos qué pasaba por la mente del Papa Francisco al recibir y abrazar cálidamente a uno de los hombres que más lo ha insultado públicamente, pero en los discursos del Pontífice podemos encontrar en este acto una importante lección: el valor del perdón y la misericordia.

En septiembre del año pasado, el Papa habló del tema del perdón diciendo que Dios actúa por amor y gratuidad al perdonarnos. “Nosotros no podemos corresponderle, pero cuando perdonamos al hermano o a la hermana, lo imitamos”. “¿Nos sentimos perdonados por el Señor y damos testimonio de su amor perdonando a quienes nos han herido? Perdonando sembramos a nuestro alrededor esa vida nueva que de otro modo sería imposible”, aseguró.

En varias ocasiones, el Papa Francisco ha invitado a los fieles católicos “a pensar en una persona que nos ha herido” y “perdonarla”. Sin duda, el Papa esta semana nos predicó con el ejemplo.

Abrazar a Milei no significa que comulgue con sus ideas políticas o que apruebe el insulto entre los seres humanos. Tal como san Juan Pablo II tampoco estaba de acuerdo con quien atentó contra él, pero sí lo perdonó y lo visitó en prisión. Francisco, en repetidas ocasiones, ha mencionado la importancia de dialogar, de trabajar en unidad por el bien de los pueblos, y en este abrazo nos muestra que es posible extender nuestros brazos a quienes piensan distinto, es posible encontrar perdón en nuestro corazón para quien nos ha lastimado.

En tiempos de división, de conflictos armados, de violencia, de leer cotidianamente historias de personas que asesinan por cualquier causa, sin duda, el abrazo del Papa nos muestra un camino distinto para alcanzar la paz; es el camino de Jesús, que prefirió perdonar antes que odiar a sus verdugos.

Director de Comunicación de la Arquidiócesis de México

Contacto: @jlabastida

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