Así como no nos sentiríamos cómodos poniendo nuestra salud en manos de una persona que se hace pasar por médico, tampoco deberíamos sentirnos seguros al acudir por ayuda espiritual con una persona que se hace pasar por sacerdote.
Los falsos sacerdotes son, como su nombre lo dice, personas que se hacen pasar por sacerdotes de la Iglesia Católica o de otra religión. Ofrecen sus servicios fuera de las iglesias (pues no tienen una parroquia ni un territorio designado, como ocurre con los sacerdotes verdaderos) y muchas veces entregan una tarjeta de presentación como contacto.

Pueden ser exseminaristas, teólogos o estudiantes de teología que tienen cierto conocimiento de la religión, pero no han recibido el Sacramento del Orden Sacerdotal, y por lo tanto, les falta el mandato de su obispo ordinario. Incluso, a veces, ni siquiera tienen conocimiento absoluto de la religión.

Los sacerdotes falsos se aprovechan del desconocimiento de los fieles en las normas de su diócesis respecto a la celebración de actos religiosos, y también de la ignorancia de los ritos litúrgicos.
Estas personas realizan funciones que los ministros de culto no harían, como celebrar sacramentos (bautismos, confirmaciones y bodas religiosas) fuera de las parroquias. Celebran en salones de fiestas, jardines, es decir, lugares que no fueron hechos para el culto sagrado y que no están autorizados por la Iglesia.
Por lo tanto, hay mucha gente que no lo sabe, pero quizá su bautizo, confirmación o boda no tiene validez, pues fue realizado por un sacerdote falso y cuya intención solo era ganar dinero.
También suelen hacer negocio en funerarias, panteones o funerales caseros; se aprovechan de las familias que pasan por momentos difíciles y quieren darle una despedida religiosa a su ser querido.
Pero entonces, ¿cómo contactar a un sacerdote de verdad? La forma más sencilla es acudir a la parroquia más cercana. A todo sacerdote le corresponde atender un territorio, por lo tanto, podremos encontrar orientación en la iglesia más cercana.
Los sacerdotes que tienen dentro de su territorio un hospital, panteón o funeraria tienen la responsabilidad de estar en contacto con las autoridades de ese recinto, con el propósito de brindar la atención necesaria a quien lo requiera.
Todo sacerdote auténtico cuenta con sus licencias ministeriales expedidas por la autoridad eclesiástica de la diócesis a la que pertenece. En algunos casos, los sacerdotes pueden aparecer en registros eclesiásticos oficiales que documentan su estado y servicio en la iglesia. En el caso de la Arquidiócesis Primada de México (que comprende una parte de la Ciudad de México), se puede consultar aquí: . Si usted pertenece a otra diócesis, la recomendación es comunicarse con el área de Cancillería de su diócesis correspondiente para conocer el estatus del sacerdote del que quiere conocer información.

Director de Comunicación de la Arquidiócesis Primada de México

Contacto: @jlabastida

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