La bomba podría estallar en cualquier momento si no llegan los acuerdos pertinentes antes de encender la mecha. Cuando la FIFA esperaba en paz el comienzo de las eliminatorias mundialistas en Concacaf y la reanudación del camino a en las demás confederaciones, la Liga Premier de Inglaterra y la Liga de España han alterado el estado de ánimo de la Federación Internacional, de la Conmebol y la Concacaf. Ambas Ligas se han puesto de acuerdo para retener a los futbolistas de selecciones cuyos países son azotados por la pandemia.

Contra todo reglamento, se niegan a ceder a sus activos, porque no quieren perderlos por cuarentena en caso de resultar contagiados y no pretenden que el virus se riegue por sus filas.

Los clubes tienen razón porque son, aunque se escuche duro, dueños de los jugadores. Son los que pagan altos salarios, lo que se encargan de tenerlos a su máximo potencial, cuidan que estén bien, que descansen, que se alimenten, que no se enfermen, que no se lesionen, que cumplan las reglas. Todo está bajo el mando de la institución y resulta que, después de un largo viaje, que también genera conflictos, regresan contagiados y tienen que estar alejados de la cancha, pues no conviene cederlos a la selección de su respectivo país, que hoy se encuentra en rojo a causa del Covid-19 y sus variantes.

FIFA tiene como punto a favor que es la dueña del futbol y lo que dice, se hace. Las reglas de la Federación Internacional son claras y los equipos deben ceder a sus jugadores para eventos que rige, como eliminatorias mundialistas. La FIFA debe hacer una labor titánica para convencer a las ligas de que presten a su gente, porque ahí está gran parte de los mejores jugadores, los que quiere ver la gente, los que buscan los patrocinadores, los que llevan (se supone) el espectáculo a la cancha. Los técnicos pueden armar un equipo con jugadores de las ligas locales, pero eso no le viene bien al negocio.

El asunto está caliente. Las ligas inglesa y española se han montado en su macho y no van a ceder. La FIFA hará hasta lo imposible por ganar esta batalla, porque —en caso de perderla— sería un terrible precedente, porque otras ligas tomarán ejemplo para rebelarse.

@elmagazo

 
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