La mitad de la población global estará convocada a las urnas el próximo año (AFP) en medio de complejas circunstancias: el Índice de Democracia 2023 considera que más de la mitad de los países estudiados se encuentran en estancamiento o debilitamiento democrático a pesar de que las mediciones se realizaron tras el levantamiento de las restricciones a las libertades implementadas durante la pandemia.
La humanidad enfrenta numerosas crisis. 2023 cierra con 117.2 millones de personas desplazadas; los bombardeos de Israel en Gaza han dejado sin hogar a 1.9 millones de palestinos, la crisis en Venezuela ha expulsado a casi 8 millones de personas y la invasión rusa a Ucrania ha desplazado a 6.3 millones. Los conflictos armados en Sudán, Etiopía, Niger, Somalia, Mali, Burkina Faso y Sudán del Sur incrementan el hambre en África; tan sólo en Congo 25.4 millones de personas requieren de asistencia humanitaria. Adicionalmente los desastres naturales -como los sismos en Siria, Türkiye, Marruecos y Afganistán, y los ciclones en Mozambique, Myanmar, Vanuatu, Malawi y Bangladesh- cobraron decenas de miles de vidas y expusieron la urgencia de contar con mayores capacidades de respuesta gubernamental y la grave realidad en Afganistán y Siria.
En nuestro continente se llevarán a cabo interesantes procesos electorales durante 2024: México elegirá a su primera presidenta de la República, la contienda en Estados Unidos estará marcada por trascendentes decisiones de su Poder Judicial y una creciente polarización, el presidente de El Salvador buscará su tercera reelección a pesar de las cuestionadas reformas legales para hacerlo, y en Venezuela se elegirá presidente en medio de terribles condiciones democráticas y económicas. República Dominicana, Panamá y Uruguay también celebrarán elecciones generales. Será indispensable revisar las agendas propuestas en materia de seguridad, justicia, bienestar y combate a la corrupción.
Del otro lado del Atlántico se espera que los debates estén marcados por la polarización en la agenda migratoria, la guerra en Ucrania y la inflación en Europa. Especial atención merece la elección del Parlamento Europeo y la reelección de Putin en Rusia. Además se celebrarán elecciones generales o locales en 34 países de la región.
En Asia destacan la elección en India -la democracia más poblada del mundo en donde las encuestas indican que se reelegirá el primer ministro con su marcado discurso nacionalista- e Indonesia -donde el actual presidente gobierna desde 2014-. Ambas elecciones -además de Bangladesh y Taiwan- resultan interesantes por sus consecuencias económicas y geopolíticas.
África elegirá a más de una decena de nuevos jefes de estado quienes encontrarán grandes desafíos económicos y políticos, además de la creciente presencia de golpes de Estado, grupos terroristas y conflictos internos en varios países del continente. En Oceanía, una de las regiones más afectadas por el cambio climático, también se llevarán a cabo elecciones generales en tres naciones.
Todas estas importantes y complejas definiciones enfrentarán retos significativos. Por una parte, aquellos relativos al funcionamiento mismo de la democracia: inclusión real de mujeres y jóvenes, condiciones de competencia, acceso a medios de comunicación, transparencia en el financiamiento y seguridad. Por otra parte, también existirán retos para los que algunas democracias aún no están preparadas como son la incertidumbre económica, el creciente uso de la inteligencia artificial, el uso de datos personales en las nuevas tecnología y la intervención de otros países.
Espero que en 2024 nuestras democracias y nosotros mismos como electores seamos responsables al tomar las definiciones que nos corresponde.
Presidenta honoraria de la UIP