Se acabó. Este fue el sexenio más corto de la historia. El peor de todos. Una oportunidad desperdiciada. Las obsesiones, ocurrencias y caprichos de un solo hombre hundieron al país. Los más altos funcionarios acabaron de floreros y cómplices de la tragedia nacional. Así serán juzgados por la historia. Hoy, hagan lo que hagan, es evidente que dejarán una nación en ruinas. No tienen el tiempo, la capacidad ni la voluntad para corregir las consecuencias de sus múltiples errores.

Ya todo es fuego de artificio, como la consulta para aplicar la ley, la revocación de mandato o una agenda legislativa destinada al fracaso. Los montajes mañaneros han perdido importancia, audiencia y eficacia. Las maniobras de distracción ya no tienen el efecto que tenían. Al presidente se le acabó el tiempo de gracia y aunque aún conserva una feligresía fanática, la realidad se va imponiendo. El aumento de la miseria y de la violencia le están pasando la cuenta. Está pagando su error de colonizar el gobierno con ineptos, pues la burocracia perdió capacidad de respuesta, la cual, ya de por sí, era bastante lenta.

El gobierno de López Obrador no pudo y no podrá cumplir ninguna de sus promesas. Los daños son tales que ni un milagro lograría revertirlos. Todo está perdido. Como no está dispuesto a corregir, es momento de escucharlo como quien oye llover. Su palabrería no tiene nada que ver con la resolución de los problemas reales. Son las palabras de un predicador con acceso ilimitado la televisión y las redes sociales. Por lo tanto, conviene a los ciudadanos, las organizaciones de la sociedad civil y los partidos hacer a un lado las mañaneras y concentrarnos en los problemas reales de la Nación.

El fracaso es monumental. Todo fue pura propaganda efectista y sentimental. Bajo el lema “primero los pobres” multiplicaron la miseria. En menos de tres años la pobreza extrema se duplicó. De 9.3 millones de personas en esa condición aumentó a 18.3 millones, de acuerdo con el Instituto de Investigaciones para el Desarrollo con Equidad (Equide) de la Universidad Iberoamericana. Y no hay nada que estén dispuestos a hacer para revertir la situación.

Gonzalo Hernández Licona, exdirector de Coneval, ha demostrado que este gobierno quitó recursos a los hogares más pobres y se los dio a los más ricos. En el primer trimestre de 2018, el 61% de los hogares más pobres recibían algún programa del gobierno, pero en 2021 ese porcentaje bajó al 50. En cambio, la población con mayores ingresos que recibía algún apoyo del gobierno se duplicó al crecer del 6 al 12 por ciento. En resumen, el discurso de superioridad moral enarbolado por el jefe del Ejecutivo es puro cuento engañabobos.

La política de “abrazos no balazos” permitió a los cárteles del narcotráfico duplicar el territorio bajo su dominio y, de la mano de Morena, adquirir poder político en las pasadas elecciones. Pero la violencia no ha disminuido, al contrario. En los primeros 5 meses de 2021, la trata de personas aumentó 47%, la violación 30% y el feminicidio 7% en comparación con el mismo periodo de 2020. Todo eso ocurre en un clima de total impunidad porque el jefe del Ejecutivo sostiene que el narco es pueblo y no va a reprimirlo. No se ve que vaya a cambiar de rumbo porque es un hombre de ideas fijas.

En materia de homicidios dolosos, “los muertos de López Obrador” han rebasado a todos sus antecesores. Triplican los de Fox y Calderón, duplican los de Peña Nieto. En los primeros 25 meses de gobierno, de acuerdo con TResearch, Fox y Calderón tuvieron 34,651 y 31,972, Peña Nieto subió a 43,956 y López Obrador elevó la cifra a 87,852. Es muy probable, entonces, que en 2021 se rebase el simbólico número de 100 mil muertos.

El desempleo y la pobreza laboral cabalgan a galope. Hoy tenemos menos trabajadores afiliados al IMSS que en noviembre de 2018; es decir, en este gobierno no se ha creado ni un solo empleo nuevo. En el primer trimestre de este año, 25 millones de personas buscaron empleo sin encontrarlo. Los que sí tienen trabajo han visto disminuir sus ingresos y un 30 por ciento gana alrededor de tres mil pesos mensuales. Por eso no les alcanza para comprar la canasta alimentaria.

Multiplicación de la pobreza, incremento en la violencia y en el desempleo son algunos de los problemas nacionales que requieren nuestra atención activa. Hay que dejar pasar el mañanero envenenamiento e ir pensando en las soluciones que se requieren. Este gobierno fue un completo fracaso, pero el país no está condenado.



Vocero del PAN

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