Cuando una asociación sin fines de lucro inicia operaciones sin asesoría profesional, es posible que divague entre penumbras y sombras, que su acción primordial se diluya y carezca de fuerza y apoyo para subsistir.

Las asociaciones civiles tienen un papel trascendental en la conformación de distintos beneficios sociales entre los que sobresalen la divulgación y creación cultural, investigación, emprendimiento, apoyo a grupos minoritarios y vulnerables, capacitación y otros.

Sin embargo, cuando se desestima la trascendencia de sus labores y los programas sociales se centralizan en entes gubernamentales, es posible que muchas iniciativas y apoyo para el bienestar social en general se pulvericen y pierdan.

Es posible también que en un país o región exista una excesiva dependencia de las asociaciones civiles al presupuesto o apoyo gubernamental. Cuando éstas se escatiman o pierden aparece una acción civil menoscabada u operativamente débil e incluso inexistente.

Entonces, deben blindarse a priori las organizaciones que desean construir y aportar pese a no tener apoyo de los tres órdenes de gobierno. Estas son las siete acciones que forman ONG fuertes sin importar las condiciones del entorno en el que operan.

  • Profesionalización. Esto parte desde la constitución a la formación de los organigramas y detallar cada una de las funciones y puestos de trabajo en la organización. También implica la clarificación de la misión, valores y visión corporativa. Más de una tercera parte de las organizaciones civiles se forman improvisadamente y, por ende, no pueden resistir embates.
  • Legalización. Muchas personas o grupos colaboran con las ONG filantrópicas o de ayuda social, pero las aportaciones se reducen en más del 60% al no estar legalmente constituidas porque aducen ilegalidad y opacidad.
  • Diversificar fuentes de ayuda. Durante mucho tiempo las labores de ayuda social se restringieron a las aportaciones del gobierno. Si éstas cesaban por cualquier causa, como nuevas políticas sociales, orillaban al cierre de las organizaciones. Asesorarse en las múltiples fuentes de apoyo es una labor trascendental para las asociaciones sociales.
  • Incrementar voluntariado en comunidades y centros educativos. Esta labor es necesaria para preservar el apoyo y ampliar las oportunidades de operación y crecimiento. Un error común es limitarse al apoyo que brindan los socios fundadores.
  • Divulgación. Por extraño que parezca, muchas sociedades no transmiten sus metas y logros, no logra percibirse entonces su impacto social y trascendencia en las comunidades. Por ende, el apoyo que reciben es nulo o limitado.
  • Transparentar empleo de recursos. Debe recordarse algo esencial: las organizaciones filantrópicas son de servicios y ayuda a terceros, no de autobeneficio.
  • Democratizar acciones y decisiones. Para que opere de manera eficiente un organismo debe prevalecer una toma de decisiones democrática y establecida a priori para preservar el objeto social que conforma la sociedad.

Las omisiones y errores con los que actualmente se opera una organización civil tienen una raíz común: el desconocimiento. Se asume que de manera improvisada e intuitiva se podrán realizar tareas por el bien común y no existe institucionalización, planeación ni resultados.

Así, cualquier irrupción frena valiosas iniciativas. Formar sociedades no lucrativas sostenibles y que generen más y mejores resultados en el tiempo debe iniciar con la capacitación integral de los fundadores y de sus equipos de trabajo. Esto es lo único que podrá conformar sociedades resilientes y fuertes.

Divulgador de ONGs y otras figuras sin fines de lucro

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