Si en los últimos años los indicadores de violencia en nuestro país se han incrementado, hay un registro previo, que el doctor Pablo Piccato desarrolla en el libro Historia mínima de la violencia en México, publicado por El Colegio de México en mayo de 2022, en la Ciudad de México. Este libro se presenta en siete capítulos, todos de gran interés para comprender la historia reciente de nuestro país; sobre todo el flagelo de la violencia que ya es un elemento que nos define como sociedad de este tiempo. Las partes son, Violencia revolucionaria, Violencia por la tierra, Violencia y religión, Pistoleros y criminales, Guerrilla y represión, Violencia y negocios ilegales y Toda violencia es violencia de género. Cómo pueden notar, Piccato no dejó nada fuera.

Pablo Piccato es historiador egresado de la UNAM, maestro en la Columbia University de Nueva York y un estudioso del fenómeno mexicano, y la manera en que se ha desdoblado en poco más de un siglo. La revolución, además de sus programas de beneficio a los desprotegidos y a la clase política, fue muy violenta. Toma de pueblos, de haciendas y violación de mujeres fueron constantes. Muchas se convirtieron en soldaderas y ejercieron de esposas y cocineras de los jefes. Villa es el ejemplo más puro. El reparto de la tierra es violento desde la antigüedad. El autor lo describe con sumo cuidado y destaca la época cardenista en que se favoreció a los pobres, aunque algunos hacendados, como Santos de San Luis Potosí, aprovecharon para hacerse de más tierras. La guerra cristera ocupa un espacio importante, incluyendo a personajes notables como la madre Conchita y León Toral. El capítulo de los Pistoleros no tiene desperdicio, esos chicos malos que seguían el modelo de Chicago y su historia negra. La guerrilla de los 60 y 70 está presente con los nombres que le dieron identidad. Gámiz, Vásquez, Cabañas y muchos otros. La parte de los negocios ilegales la trata con mucha seriedad, tanta que cuando se presentó el libro en Culiacán, recientemente, algunos estudiosos expresaron su solidaridad con la visión neutra del doctor Piccato.

En todos los capítulos, el autor señala el viacrucis por el que han pasado las mujeres al ser abusadas, violadas, maltratadas y humilladas; sin embargo, dedica un capítulo especial a un tema terriblemente actual. “La violencia feminicida no es un acto simple… sino que incluye una serie de acciones con efectos físicos y emocionales…que está ligado como eslabones de una cadena que puede llevar al homicidio.” Es una parte muy reveladora del libro que nadie debería perderse.

Un aspecto notable de este volumen es la cantidad de citas literarias que respaldan el discurso histórico. Autores como Arturo Azuela, Rafael F. Muñoz, Martín Luis Guzmán, Luis González y González, Juan Rulfo, Rafael Bernal, Carlos Montemayor, Miguel Ángel Chávez, Fernando del Collado, Lidya Cacho y varios más, que hicieron un registro estético de la conducta de muchos personajes. El libro deja claro que Pablo Piccato es un lector muy serio de literatura y que no desdeña los hechos tratados como piezas literarias. No olviden que Heródoto, el padre de la historia, escribía como novelista, cuando el género no había nacido. Quiero decir que el doctor Piccato escribe muy bien y su Historia Mínima puede leerse experimentando cierta emoción, más allá de los datos terribles que le dan el interés natural de un libro de historia.

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