Algunas personas que me leen me conocen. Para quienes no, soy profesora e investigadora del CIDE en Aguascalientes. El CIDE es un centro público de investigación del gobierno federal. Tiene dos sedes: una en CDMX y otra, que se abrió hace 12 años, en Aguascalientes. Los profesores que trabajamos ahí hacemos investigaciones en las ciencias sociales. Yo investigo las cárceles: quiénes están ahí, qué delitos cometieron, cómo fueron los procesos judiciales que les llevaron allí, cómo viven en las cárceles, quiénes trabajan ahí, sus condiciones laborales y qué pasa con las familias de los hombres y mujeres que tenemos en las cárceles. También llevo muchos años investigando la prohibición de las drogas y sus efectos, entre ellos la militarización de México. Me vine a vivir a Aguascalientes cuando abrieron la sede,  con mi pareja y mi hijo mayor. Aquí nació mi hijo menor. Tengo un gato que nació en el CIDE y varios perros hidrocálidos.

Cuando llegamos a Aguascalientes, se abrió el Programa de Política de Drogas (PPD), un espacio para estudiar todo lo relacionado con las drogas -lícitas e ilícitas-. Para fortalecer ese programa, el CIDE de Aguascalientes concursó varias plazas al Conacyt cuando se abrió el programa de Cátedras Conacyt  (ahora “Investigadores por México”). El PPD ganó en tres ocasiones el concurso, obteniendo 9 plazas de Cátedras Conacyt, y otro programa de la Sede, CIDE-PANEL logró otras 3. Las 12 plazas llegaron a representar casi la mitad del cuerpo académico de la Sede. Quienes llegaron al PPD realizan investigaciones y trabajo de campo en temas como el consumo de sustancia -incluido la aparición del fentanilo en el mercado negro mexicano-, políticas de reducción de riesgos y daños para usuarios, los efectos de la prohibición, la migración a Estados Unidos, las violencias en las comunidades mexicanas, la vida en las cárceles mexicanas. Todos temas fundamentales para el país.

Varios de los trabajos realizados por estos colegas han recibido menciones o premios. Por ejemplo, Osiel González Dávila, de CIDE-PANEL, recibió con sus coautores  de la revista Journal of Benefit-Cost Analysis por un trabajo que permite monetizar los beneficios y costos públicos de la ciencia abierta. Sonja Wolf, ganó varios premios y menciones internacionales por su documental , sobre la migración.  de la mejor presentación realizada por un investigador joven en la conferencia de la Sociedad Internacional para el Estudio de Política de Drogas con un trabajo sobre el uso de narcomantas para analizar la violencia del crimen organizado.

Ante la incertidumbre que hay sobre su situación laboral, algunos de los investigadores que llegaron al CIDE se han ido. Pero la semana pasada todos las y los investigadores del programa “Investigadores por México” fueron despedidos del CIDE, incluidos quienes trabajaban en el PPD, con una escueto mensaje de la dirección del centro: “Los cambios nacionales, regionales y globales, así como cambios de paradigma en la investigación social hacen inviable dar continuidad de su estancia en el CIDE en tanto que, sus líneas de investigación y los programas a los que están adscritos fueron sujetos a evaluación, detectándose la necesidad de realizar cambios.”

El mensaje ofende porque en realidad no dice nada para justificar la ruptura profesional y de vida de los afectados. Hasta ahora la dirección del CIDE no se ha dirigido a la comunidad del Centro para explicar su decisión, no ha hecho públicas las evaluaciones a las que hace referencia ni ha anunciado cuáles son los cambios que estima necesarios. Se privó a la Sede de una parte importante de su planta de investigadores y docentes, sin explicar por qué y sin planear debidamente quién asumirá la carga docente ante nuestros alumnos. ¿Qué cambio de paradigma se ha dado en la investigación social del país que hace irrelevante el estudio del consumo de sustancias o de la violencia? Creo que no hay tal y más bien parece haber una consigna de destruir todo lo que se considera ajeno, en especial si cuestiona. Se destruye haciendo gala de la esterilidad de la destrucción. La estulticia y la mezquindad reinan en la política de ciencia y tecnología. Desde la pequeñez, descarrilan carreras, afectan vidas, destruyen proyectos valiosos y se minan esfuerzos construidos lentamente, con empeño y con recursos públicos.

El despido de las Cátedras Conacyt del CIDE ilustra a la perfección la pequeñez de quienes dirigen al Centro. Se pierden plazas -tan difíciles de obtener-, y no gana absolutamente nada con esta decisión. Pierde prestigio y docentes indispensables para cumplir con su función. Con tal de lastimar a quienes no se postran, están dispuestos a lastimar a toda la institución.

Profesora-investigadora del CIDE.

@cataperezcorrea

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