No habíamos podido comenzar a tramitar el grave dolor que nos dejó enterarnos del feminicidio de Ingrid Escamilla y la actuación de los poderes reales y fácticos ante él, cuando una nueva herida nos sangra el corazón social.

El caso de Fátima es por demás ominoso.

Ominoso, como lo es el actuar de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, quien es directamente responsable de la represión contra las manifestantes que exigían justicia para Ingrid. Su respuesta ante las preguntas de la prensa, sobre qué va a hacer ante el incremento de los feminicidios, dibuja de cuerpo entero a un gobierno autoritario que se siente con proyecto transexenal: “ahorita no”. Un “ahorita no” que ya había esbozado el presidente Andrés Manuel López Obrador, cuando dice que no quiere que los feminicidios “opaquen la rifa del avión”.

El presidente y los suyos tuvieron una larga semana para reflexionar. Detenerse a pensar que debe haber un país más allá de sus intereses personales o de grupo. Una semana en la que si tomamos como base las proyecciones de ONU Mujeres hubo 70 mujeres asesinadas. Una de ellas, Fátima, de tan sólo 7 años, que fue reportada como desaparecida el 11 de febrero y su cuerpo encontrado el sábado 15.

Pero no fue así. El discurso oficial sigue siendo el mismo “ahorita no”. Para ellos, para el presidente, lo más importante es culpar a sus enemigos imaginarios. Este feminicidio, dijo Obrador, “es el fruto podrido del egoísmo y de la acumulación de bienes en unas cuantas manos”. No hay respuestas en sus mañaneras. Sólo palabras vacías.

Muchos dicen que sus discursos son en realidad sermones y que lo suyo no es la política (en su dimensión de atender a la sociedad) sino la pastoral. Pero tampoco esto es cierto. Si de verdad promoviera una renovación moral, lo primero que debería mostrar es un mínimo de empatía con las víctimas de los delitos. Pero nada de eso hay. Cualquier nube o nubarrón es por él vista como el perverso producto de mentes siniestras que complotan en su contra.

Esto lo saben las redes sociales.

Analizando el 67% de la conversación que se dio en los medios sociales digitales, hasta las 15:00 horas de este lunes, se detecta que el caso Fátima tiene un alcance potencial de 73 millones, 23.1 millones de interacciones, 474, 784 reacciones, 57, 849 comentarios, 801, 789 compartidos y 21, 784, 890 de reproducciones.

El humor social es de enojo. Sin embargo, está muy fragmentado. No hay un destinatario claro de esta frustración. Al conocerse el crimen las líneas de conversación indicaban que el 22% exigía justicia para Fátima, el 20% culpó a la mamá porque no llegó a tiempo por la menor, el 18% repartió la culpa a la escuela por entregarla a cualquier persona, 16% solicitó pena de muerte para los feminicidas, el 13% pidió al presidente que declare emergencia nacional para atender este tema y el 11% envió condolencias a la familia.

Sin embargo, una vez que el presidente López Obrador abordó el tema en su “mañanera”, que se difundió un video en que se muestra por última vez a la menor viva y que la madre señala a un hombre como el responsable del crimen. La conversación se modificó. El 27% critica que el presidente Obrador culpe al “neoliberalismo” de los feminicidios y un 24% le exigió la renuncia por sus dichos. El 21% califica de “sospechoso” que la madre de la víctima de a conocer el nombre del presunto asesino, el 18% dice que la violencia no es exclusiva de los hombres ya que hay mujeres cómplices de crímenes y el 10% dice que cuando les conviene sí hay cámaras.

Las tendencias que se detectaron son: #JUSTICIAPARAFÁTIMA con un alcance de 102.8 millones, FÁTIMA con 82.1, #JUSTICIAPARATODAS con 98, ALAN HERRERA con 34.8, TULYEHUALCO 67, SEMEFO 74.4, ERNESTINA GODOY y #MORENACONTRALASMUJERES 29.4 millones. #CONLOSNIÑOSNO 67.8 millones, #RENUNCIAAMLO 47.7 millones.

El 29% de la conversación se registra en Facebook, el 24% en Instagram, el 19% en Twitter 15% en YouTube y 13% en portales web. Mientras que la mayoría de la interacción se dio en Twitter con 25%, Instagram 24%, YouTube 21%, Facebook 19% y portales web 11%.

Independientemente de los giros que pueda tener el caso de Fátima, hay algo muy cierto, que las autoridades no pueden soslayar ni manejar sólo en su dimensión de opinión pública, la gente, el país está cansado de que no les duela nuestro dolor.

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