El Inegi publicó ayer las cifras preliminares del PIB del tercer trimestre del año, mismas que muestran una contracción de 0.4% respecto al mismo trimestre del año pasado. Con ello, la economía mexicana registró un crecimiento anual nulo durante los tres primeros trimestres de 2019.

Analizando las cifras ajustadas por estacionalidad, las cuales eliminan los fenómenos estacionales que influyen sobre el comportamiento de la serie, se aprecia que el PIB avanzó solamente 0.1% con respecto al segundo trimestre del año. A su interior, la producción industrial disminuyó 0.1% y las actividades terciarias registraron un crecimiento trimestral nulo derivado del debilitamiento de la demanda interna. En contraste, las actividades primarias presentaron un avance de 3.5% trimestral.

Un indicador relevante para evaluar la perspectiva de crecimiento de la economía mexicana en el corto plazo es la creación de empleos formales, ya que en los últimos 20 años dicha variable ha anticipado las expansiones y recesiones económicas.

Así, tanto en México como en Estados Unidos la creación de empleos se utiliza como un indicador adelantado de los ciclos económicos, ya que anticipa la dinámica del consumo privado, rubro que en nuestro país representa alrededor de 70% del PIB.

Las cifras de septiembre del número de trabajadores asegurados en el IMSS mostraron una creación de empleos de 374 mil ocupaciones en los últimos 12 meses. Dicha cifra se ubica muy por debajo de la creación de 764 mil empleos observada en el mismo periodo del año anterior. De hecho, la generación de empleos registrada en los últimos 12 meses es la más baja observada en los últimos 10 años.

La desaceleración económica también es notoria en el consumo privado, particularmente en su componente de bienes duraderos. Así, en los primeros nueve meses del presente año las ventas de vehículos en México registraron una fuerte contracción anual de 7.5%, mientras que en los primeros ocho meses del año las ventas del comercio mayorista cayeron 1.7% anual.

Cabe señalar también que la confianza de los consumidores se ha debilitado. De hecho, a septiembre el índice de confianza de los consumidores mostró un descenso acumulado de 8% con relación al máximo que había alcanzado en febrero de este año.

La visión de los analistas económicos con relación a la situación de la economía nacional también se ha debilitado. De acuerdo con los resultados de la última encuesta del Banxico sobre las expectativas de los analistas del sector privado su perspectiva para el crecimiento del PIB real en 2019 lo ubicaron en 0.4%, cifra significativamente menor a la expectativa de 1.8% que se tenía a principios de año.

Si se considera que la economía mexicana registró un crecimiento nulo durante los primeros nueve meses del año, es inevitable que los analistas económicos vayan a revisar de nuevo a la baja sus expectativas sobre el crecimiento del PIB en este año y lo ubiquen cercano a 0.1%.

Asimismo, también es probable que las expectativas de crecimiento para el próximo año se revisen también a la baja. De acuerdo con los resultados de la última encuesta del Banxico, el promedio de los pronósticos de los analistas para el crecimiento del PIB en 2020 lo situaron en 1.35%, cifra inferior a 1.9% que se estimó en la encuesta de enero. También es desalentador la revisión que ha habido a la baja de las previsiones para el crecimiento promedio de México en los próximos 10 años, ya que la tasa se redujo de 2.4% en la encuesta de enero a 2% en la de septiembre.

Ello sugiere que los analistas ponderan que la reciente desaceleración económica ha sido generada por factores estructurales y podría impactar la dinámica de crecimiento económico de México en el mediano y largo plazo.

La economía mexicana se ha caracterizado este año por: (1) La fuerte contracción de 4.6% anual en la inversión fija bruta (acumulado enero-agosto) derivada de la incertidumbre que han generado las políticas públicas implementadas durante este año; (2) el fuerte debilitamiento del mercado laboral formal mexicano; y (3) la contracción del gasto público ante el retraso que ha tenido el gobierno federal en efectuarlo. Si a lo anterior se agrega el debilitamiento de las expectativas de los consumidores y la fuerte desaceleración que registrará la producción manufacturera en parte por una mayor desaceleración de la economía estadounidense el próximo año, es probable que la mexicana continúe perdiendo fortaleza, con lo que el crecimiento del PIB en 2020 podría ser menor a 1%.

Director de Analítica en Grupo Financiero Banorte. Las opiniones que se expresan son responsabilidad exclusiva del autor.
Twitter: @alexcervantes

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