En Tijuana, prevalece la sombra del crimen organizado. Esta ciudad, que debería ser el punto de partida para el arraigo y la identidad nacional, se ve eclipsada por la influencia y la violencia de las organizaciones delictivas. Durante el período comprendido entre 2004 y 2010, la ciudad experimentó una escalada significativa de violencia, generando preocupación en la sociedad local. En respuesta a esta situación, los tijuanenses expresaron su enérgico rechazo mediante diversas marchas que buscaban abordar el problema de la inseguridad en la región.

Estas manifestaciones reflejaron el firme deseo de la ciudadanía de que las autoridades adoptaran medidas contundentes para abordar la situación. En particular, se demandaba una intervención prioritaria para restaurar la integridad de la policía municipal. Se evidenciaba que algunos miembros de esta institución mantenían vínculos con las principales organizaciones delictivas que operaban en la ciudad. Estas conexiones comprometían la efectividad de las acciones policiales y facilitaban actividades delictivas como secuestros, extorsiones y ejecuciones, que se llevaban a cabo con total impunidad.

Hoy, 15 años más tarde, tan solo en el primer trimestre del año 2024, Tijuana ha experimentado un preocupante incremento en la incidencia delictiva, gracias a la ineficacia tanto del gobierno del estado como de la presidenta municipal de Tijuana, Montserrat Caballero. Según datos oficiales, se han reportado en dicho periodo un total de 13,270 delitos en diversas modalidades lo que equivale a un promedio diario de 147 casos. Especialmente preocupante es el robo de vehículos, que ha alcanzado la alarmante cifra de 1,699 unidades sustraídas, siendo 197 de estos casos perpetrados con el uso de armas para intimidar a los propietarios.

Por otra parte, las estadísticas oficiales, se ha reportado un total de 472 víctimas de homicidio doloso en este período, lo que equivale a un promedio diario de 6 muertos. Desde el inicio del actual mandato municipal, que abarca desde el 1 de octubre de 2021 hasta el 26 de abril de 2024, se ha acumulado un total de 5 mil homicidios dolosos, con un promedio de 161 ejecutados por mes.

El desafío a la autoridad se hace cada vez más evidente, como se demostró en febrero de este año, cuando los delincuentes exhibieron una muestra alarmante de impunidad al arrojar 60 cadáveres en la vía pública, desafiando abiertamente el estado de derecho; y durante el primer trimestre del 2024, el aseguramiento de vendedores de droga disminuyó en un 26%, pasando de 1,733 presentaciones ante la autoridad correspondiente a 1,277. Esto es particularmente inquietante dado el contexto de una ciudad fuertemente afectada por la venta de drogas.

Lamento que los participantes en la contienda municipal por la presidencia municipal de la ciudad hasta el momento no cuenten con una sola estrategia viable en materia de seguridad. No puedo confirmarlo, pero sospecho que la falta de acción de las instituciones de la región para combatir el crimen se reflejará en las urnas, generando un abstencionismo total que llevará al poder al partido oficial, esto es: se fortalecerá la mediocridad institucional por la pérdida no de la democracia sino de la fe en los gobernantes.

Exsecretario de seguridad

Fundador de AC Consultores

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