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A partir del próximo año, la mitad de la capacitación que reciban los jóvenes en el Servicio Militar Nacional será en materia de Protección Civil, como una forma de aprovechar su potencial para futuras emergencias.

El jefe de Protección Civil de la Secretaría de la Defensa Nacional, Ignacio Murillo Rodríguez, tiene claro que los  millennials  destacaron en las labores de rescate y retiro de escombros durante la crisis por el sismo del 19 de septiembre pasado, por lo que considera necesario instruirlos.

Precisa que al año 50 mil jóvenes cumplen con este requisito en todo el país, lo que significa que en 2018 habrá una importante población que sabrá qué hacer en caso de un temblor. Serán instruidos por personal de la Secretaría de Gobernación. “Van a saber cómo evacuar a su familia, qué deben de hacer y qué no”, anuncia.

Al hacer un balance con EL UNIVERSAL de las acciones realizadas a través del Plan DNIII-E, el coronel de Infantería señala que México requiere de más tecnología para localizar a personas atrapadas en derrumbes de edificios, como la que traían los rescatistas internacionales que apoyaron a la Ciudad de México en trabajos de búsqueda y rescate.

El mando militar adelanta que en el Comité Nacional de Emergencias, que hará una evaluación general en los próximos días, se planteó la propuesta de modificar los ejes viales de la capital del país, ya que, expuso, el tráfico vehicular limitó los accesos a las zonas siniestradas.

¿Considera que las autoridades civiles y militares tuvieron una reacción inmediata ante la emergencia?

—Hubo una reacción muy acertada, porque primero se hizo un reconocimiento con helicópteros militares. El alto mando ordenó que de inmediato se hiciera un reconocimiento para orientar a las áreas que deberían estar atendiéndose, porque muchas veces algunas autoridades se despliegan sin saber cuáles fueron las zonas afectadas y eso es tiempo, y el tiempo en un desastre es importante.

Entonces, lo que hizo la Secretaría de la Defensa Nacional fue desplegar helicópteros para detectar los espacios siniestrados. Al mismo tiempo que se estaban haciendo los reconocimientos, las tropas ya se estaban moviendo. Desde luego que hay una complicación en la Ciudad de México, como todos lo sabemos, que es la cantidad de vehículos que transitan, y eso afecta la llegada oportuna a los lugares siniestrados.

¿Cómo percibe el Ejército el apoyo de la sociedad civil durante la emergencia?

—En este sismo fue muy notoria la participación de la sociedad, hubo una participación demasiado activa que, incluso, en algunos momentos decían que superaba el número de autoridades. Es lógico porque la población, al ver la necesidad de ayudar a sus compañeros y a sus familiares, pues se sumaron a los esfuerzos y realmente fue muy notoria la solidaridad de la sociedad, pero también hay que tomar en cuenta algo muy importante: para poder entrar a un área colapsada es conveniente tener conocimientos, tener alguna preparación, para no sufrir un accidente.

¿Qué complicaciones se les presentaron en la emergencia?

—Lo que pude percibir es que debemos aprender a que la sociedad es ya más consciente de un desastre, hay mucha participación, mucha prevención, y esto nos debe motivar para que trascendamos a otra fase, que es la organización de brigadistas voluntarios, y darles capacitación básica para que no vayan a verse afectados por el desconocimiento de cómo actuar en un área siniestrada.

¿La  Sedena  evalúa adecuaciones al Plan DNIII-E?

—Se ha venido fortaleciendo con la experiencia y ahora el reto es seguir trabajando, capacitándonos, pero con tecnología de punta. Me gustaría destacar un esquema que tiene la Secretaría para el próximo año, que es el Servicio Nacional Militar y la  Sedena  a través de este mecanismo les fortalece los valores cívicos, morales y familiares, pero para el próximo año se les van a adicionar 50% de materias de Protección Civil.

¿Se les capacitará como brigadistas?

—Hubo muchos voluntarios que seguramente no tenían conocimiento de cómo entrar a una estructura colapsada, pero sí fueron muy importantes las tareas comunes, como el acarrear agua, hacer las cadenas humanas para sacar escombros, eso es de vital importancia, porque es mano de obra que agiliza la recuperación de un espacio o el retiro de materiales que están afectando.

¿Qué aprendizaje en materia de Protección Civil saca el Ejército?

—El aprendizaje es que hay tecnología, en el caso de las delegaciones extranjeras que solidariamente apoyaron a México, que es muy importante utilizar porque da más tiempo para poder buscar en algunas áreas con mayor certeza.

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