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Al reunirse con jóvenes de Scholas —fundación que encabeza el papa Francisco— el presidente Enrique Peña Nieto criticó la “retórica” de prometer un México que prácticamente “sea el paraíso” y dejó claro que una nación así “nunca va a existir”.

Advirtió que la sociedad debe asumir su propia responsabilidad para lograr la transformación de una nación, pues subrayó que el Presidente “no es el único responsable” de consolidar el cambio de un país.

Enfatizó que los gobiernos y gobernantes son elegidos de manera democrática por mayoría, nunca por unanimidad y que la persona que recibe la confianza ciudadana para una tarea pública tiene el deber de dar cauce a las necesidades de la sociedad, pero aclaró:

“Y a ese que se hace de una tarea pública tiene ese deber para con su comunidad, pero también déjenme decir algo, no sólo será ese responsable, como es el caso hoy del Presidente de la República, el único que pueda cambiar o transformar una nación, si ésta no asume su propia responsabilidad.

“Nadie vendrá a hacer por nosotros lo que no seamos capaces de hacer nosotros mismos, lo que no hagamos cada quien en su propio espacio. Es la suma de esfuerzos individuales lo que auténticamente cambia a una sociedad, no es la de un líder, de un jefe de Estado, de un presidente, de un gobernador o de un alcalde, la de toda una sociedad que esté decidida a cambiar y a mejorar para bien”.

En el Encuentro Scholas Ciudadanía, realizado en privado en el Velódromo del Centro de Alto Rendimiento de la Conade , reforzó:

“El México que queremos construir entre todos es un México que lo vamos haciendo todos los días, porque suena muy bonita la retórica de decir: ‘Vamos a arribar a ese México que todos queremos’ y lo pintamos muy bonito, un país donde prácticamente sea el paraíso, ese México y esa nación, cualquiera otra que sea, pues no va a existir, porque la verdad es que se hace todos los días”.

Enfatizó que ese estado de bienestar y de calidad de vida que cada quien encuentre en sus entornos de vida o de trabajo dependerá del esfuerzo y de la contribución que cada uno haga “y se va viviendo diario”.

Peña Nieto insistió en que el bienestar de una nación es como la felicidad, pues no se piensa, sueña y trabaja para un día alcanzarla como si la felicidad estuviera en un escalón o en un piso al que hay que llegar.

El Presidente subrayó que los funcionarios del gabinete del Ejecutivo están para resolver los temas en cada área y sólo aquellos que son de gran magnitud y que requieren de decisiones difíciles llegan a él.

“La verdad es que a veces al Presidente le toca escoger entre matices de negro, entre menos negro o más negro”, indicó.

Peña refirió que su administración puso énfasis en la calidad educativa. Puntualizó que el país estaba ante el problema de tener una educación de calidad y por ello al inicio de su gestión se instrumentó esta reforma.

Indicó que esta reforma tiene tres pilares: mejores escuelas, con una infraestructura correcta, óptima. Maestros bien preparados que son evaluados para asegurar que la preparación que tienen asegure calidad en la educación. Y tres: Un nuevo modelo educativo.

Ante los jóvenes, el Presidente señaló la gran diversidad que México tiene como nación.

En su intervención, Héctor Sulaimán Saldívar, presidente del Consejo de Asesores de la Fundación Scholas Occurrentes en México (organización civil no religiosa), dijo que la fundación “tiene una gran coincidencia con lo que usted ha sido para el país, usted ha sido un Presidente incluyente; ha sido un ejemplo”, sentenció.

Dijo que lo consideran el Presidente “más importante para los jóvenes de la historia”, por las reformas, pero sobre todo por la educativa.

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