La irritación ocular se puede presentar por diversos factores como contaminación ambiental, exposición a luces de alta intensidad, bacterias o por enfermedades como el ojo seco.

Arturo Cano, especialista en oftalmología, señaló que la quemadura corneal por luz es una situación en donde la córnea, que es la capa clara que cubre la parte frontal del ojo, se daña debido a un exceso de luz ultravioleta, reflexión solar, camas bronceadoras, herramientas para soldar y luces brillantes como lásers o luces de halógeno, así como rótulos o lámparas de gran intensidad.

Los síntomas de esta afección son: dolor en los ojos o al momento de mirar cualquier tipo de luz, ojos llorosos, hinchazón o tic en los párpados, ojos nebulosos, visión nublada y ojos rojos al igual que la piel alrededor de ellos.

El tratamiento de quemaduras corneales por luz no es tan complejo, se pueden usar lágrimas artificiales que mantengan el ojo húmedo, se puede usar ungüentos para aliviar el dolor y prevenir que los párpados se peguen al ojo.

Para calmar el dolor se puede aplicar un vendaje frío y húmedo y para proteger el o los ojos se debe usar un parche o un protector de plástico.

afcl

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