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Fuerza, esperanza.
En las calles de Viaducto y Monterrey, colonia Narvarte, se desplomó un edificio por el impacto del terremoto. La dramática imagen de este bombero, que arriesga su vida para buscar sobrevivientes, retrata la noble actitud de un pueblo que como en 1985 se entregó a un solo propósito: imponerse a la adversidad.
Gabriel Mancera.
Hombro con hombro, juntos, los mexicanos han ratificado su generosidad durante la emergencia detonada por el sismo.
Los Girasoles, Coapa.
En esta zona del sur capitalino se derrumbaron dos construcciones, pero nadie se rindió y varias personas fueron salvadas.
Símbolo de la lucha.
Voluntarios levantan sus puños para pedir silencio y tratar de escuchar cualquier sonido que revele la existencia de vida entre las ruinas.
Ciudad Universitaria.
Estudiantes empaquetan material de primeros auxilios que fue distribuido en la Ciudad de México, Puebla y Morelos.
El mejor amigo del hombre.
Los perros de rescate han sido héroes por su invaluable labor. También son atendidos, al igual que otras mascotas.
Derrumbe en Torreón y Viaducto.
Los voluntarios formaron largas cadenas humanas para retirar escombros de las colonias afectadas.
