Al admitir que México enfrenta un problema “muy grave de inseguridad” y “debilidad institucional”, el titular de la Secretaría de Gobernación (Segob), Alfonso Navarrete Prida , salió en defensa del modelo de Seguridad Pública aplicado actualmente, basado en la profesionalización y certificación policiaca, que dista del “ modelo de caudillos” que privaba en el país y se basaba en soluciones unipersonales y no institucionales.

“Sí tenemos un problema muy grave de inseguridad, sí tenemos una gran debilidad institucional en distintos niveles de gobierno, pero tenemos instituciones; no tenemos personas que a través de un modelo de caudillos vean cómo reaccionar ante un problema de inseguridad”, afirmó.

En Cancún, en donde atestiguó la entrega de certificados únicos policiales y constancias de capacitación a agentes policiacos y custodios, admitió que la nación atraviesa por “momentos muy complicados” de inseguridad, que no se resuelven sólo con voluntad política.

“Sí estamos viviendo momentos muy complicados de seguridad, que son estructurales y que se traducen en inseguridad. No es un tema de voluntad política, de decir ‘tengo mucha voluntad y voy a resolver el tema de la seguridad en una sociedad’, menos tan compleja, asimétrica en sí misma.

“No es con voluntad política, ojalá lo fuera. Porque si el problema de la seguridad se resolviera con un acto de voluntarismo político, pues quitemos al que no tiene voluntad y pongamos a quien tenga mucho voluntarismo, aunque tenga pocas ideas y seguro se resuelve y no es verdad”, expresó.

Acompañado del titular de la Secretaría de Turismo (Sectur), Enrique de la Madrid Cordero; del comisionado de Seguridad Nacional, Renato Sales Heredia; y del gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín, expuso que la solución tampoco se basa únicamente en dinero, sino en trabajo persistente y tiempo.

“El problema de la inseguridad no se mide en pesos, en México, se mide en años, con presupuestos crecientes.

“Se trata de cuántos años te va a llevar como país, con un esfuerzo creciente, para poder tener un modelo que más o menos responda a las exigencias sociales”, enfatizó, para luego explicar que el certificado policial es una estrategia de largo plazo, para cambiar del modelo antiguo de Seguridad Pública, por el que se ha puesto en marcha.

La meta y el propósito que se fijaron las instituciones involucradas en el diseño de ese modelo, que se aleja de la tendencia basada en un “caudillo” reaccionario -insistió- es que para finales del 2019 todos los policías del país estén certificados y respondan a un arquetipo distinto al “policía judicial” de antaño, con botas, jeans y una pistola a la vista.

“El sistema de Seguridad Pública se basaba en un modelo de reacción que lleva a una figura conocida como ‘caudillo’, traducida a un gran comandante, quien sabía cómo resolver los problemas, pero no los resolvía. Su máxima expresión era la de un policía judicial federal”, describió.

Durante el evento, se entregaron 400 certificados de préstamos personales, para lo cual se ejercieron 30 mil millones de pesos. Con dicha entrega, se llega a 48 mil préstamos personales a elementos de la Policía Federal en lo que va del sexenio, con beneficio de 2 mil 638 millones de pesos.

Además, se dieron cinco certificados de créditos hipotecarios del FOVISSSTE, de los mil que se entregarán a nivel nacional a derechohabientes de la Comisión Nacional de Seguridad.

El comisionado de Seguridad Nacional, Renato Sales Heredia, destacó que la certificación del personal, garantiza que los policías cumplan con el perfil para el desempeño de sus funciones y añadió que con el otorgamiento de las prestaciones, se asegura a los elementos y sus familias, condiciones dignas de vida.

En entrevista, el secretario de Gobernación descartó que Quintana Roo sea un “foco rojo” en materia de seguridad o de probable violencia electoral, durante el presente proceso.

Aclaró que la explosión de artefactos en una embarcación turística atracada en el muelle de Playa del Carmen, el 21 de febrero pasado, fue un “incidente que probablemente tuvo que ver con la empresa”, es decir, con la naviera “Barcos Caribe”, investigación que sigue en manos de la Procuraduría General de la República (PGR)

“No se puede circunscribir en la presencia de un cártel de droga en Quintana Roo, no existen; existen sí, células que han tratado de penetrar en un lugar tan importante y de gran potencial turístico y económico como es la Península, no sólo Cancún y Quintana Roo (…)

“No tenemos la presencia como tal de un cártel que se pueda manifestar en el territorio de Quintana Roo o en la Península de Quintana Roo y estaremos muy atentos de que eso no suceda”, aseveró.

Cuestionado sobre el aumento de índices delictivos y de violencia en el país y en el estado, cuyo repunte ocurrió durante el 2017, Navarrete Prida respondió que los cárteles del narcotráfico “no existen” en México, toda vez que sólo se puede hablar de “células” criminales.

“Sí hay intentos de presencia de células que pretenden establecerse en algunas comunidades, no de un cártel como tal, de células que probablemente tengan relación con un cártel, pero no hay asentamiento de un cártel que haya siquiera logrado someter a una autoridad estatal”, insistió.

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