La Arquidiócesis de México alertó a los fieles de un falso sacerdote que se hace llamar el “ padre Genaro ” y pide dinero para sus obras de beneficencia.

El falso presbítero se presenta como supuesto misionero, celebra misas en casas particulares con una imagen del Señor de las Maravillas; la Arquidiócesis de México, encabezada por el cardenal Carlos Aguiar Retes , pidió a los fieles difundir la información para evitar que los fieles sean engañados.

Según los fieles, el “padre Genaro” ha sido visto en las colonias de Observatorio, el pueblo de Santa Fe y Pino Suárez.

Información de la Arquidiócesis señala que los lugares donde es más frecuente que los falsos sacerdotes ofrezcan sus servicios son las funerarias, los cementerios, aunque también ofician bautizos, primeras comuniones en jardines o salones de fiesta. Está prohibido hacer celebraciones en este tipo de lugares.

De acuerdo con el Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México (Siame) no hay un registro de las personas que se hacen pasar por párrocos, más que los casos que se dan a conocer a través de las circulares que emite la Cancillería y que se han ido recopilando; destacó que ante las leyes civiles no hay castigo debido a que el sacerdocio no es considerado una profesión, pero los infractores son excomulgados por la Iglesia Católica.

“Los sacerdotes católicos tienen prohibido casar, bautizar y en general, oficiar misas fuera de la parroquia o en un templo público reconocido, salvo cuando se trata de una Misa de cuerpo presente en la capilla de un velatorio público o de la Misa de una comunidad más grande en ocasiones significativas como la festividad de la Virgen de Guadalupe: en fábricas, vecindades o vecinos de toda una calle”, indicó.

Los falsos sacerdotes no tienen parroquia ni territorio asignado porque no pertenecen a la Iglesia Católica, por lo tanto, no se encuentran en los registros de las diócesis; suelen actuar en lugares alejados del templo parroquial, como en pequeñas comunidades donde no hay sacerdotes.

Crean lazos de amistad con los feligreses e imparten “sacramentos” sin tener en cuenta los impedimentos; suelen cobrar dinero al final de la "Misa" que celebran “solicitando una contribución económica”.

Piden donativos para alguna casa hogar, orfanato o asilo que no existen. En algunos casos hasta ofrecen sus servicios a los propios sacerdotes para ayudarlos en las fiestas parroquiales o en Semana Santa.

La mayoría de los falsos presbíteros son personas que estudiaron en el seminario, pero por diversas razones fueron expulsados, otros sirvieron en alguna parroquia como sacristanes o simplemente encontraron una forma de estafar a los fieles y hasta a los mismos presbíteros porque conocen las celebraciones litúrgicas.

lsm

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