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Después de ingresar por la Puerta Santa de la Catedral Metropolitana, realizar la Profesión de Fe y escuchar la bula papal que ratifica su designación como Arzobispo Primado de México, Carlos Aguiar Retes aseguró que situaciones que violentan la justicia y la paz “abruman” a los mexicanos, porque en esa condición de agresión sólo se genera la confrontación, la discriminación y conducen a la tragedia y a la muerte.

“Hoy nos abruman situaciones que violentan la justicia y la paz, agresiones que denigran nuestra condición de hermanos y que fomentan una vida de confrontación, discriminación, de menosprecio a la dignidad humana y que conducen a la angustia, a la tragedia y a la muerte”, expresó en la Basílica de Guadalupe.

La ceremonia de sucesión de cardenales tuvo dos momentos, el primero en la Catedral Metropolitana, en donde dio un primer mensaje y llamó a la reconciliación que tenga como fruto la seguridad y un marco de libertad. Destacó que su asunción en el cargo coincidía con la celebración del aniversario 101 de la Constitución y el primero de la ley constitutiva de la Ciudad de México, para enfatizar principios como la libertad de religión y la posibilidad de interactuar con iglesias e instituciones públicas y privadas.

A su llegada al recinto sostuvo un breve encuentro con el jefe de Gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera. Luego se dirigió a la Puerta Santa y después de dar tres golpes con un martillo rojo, ingresó al recinto entre el repique de campanas.

En el altar se realizó la ceremonia de Profesión de Fe, se mostró la bula papal de su nombramiento, se le dio lectura y se realizó el acto religioso, mientras Aguiar Retes permanecía hincado ante el Altar Mayor y se procedió a la firma de documentos que lo reconocen como Arzobispo Primado de México, trigésimo quinto sucesor de Fray Juan de Zumárraga.

Destacó los contrastes que existen en la Ciudad de México, en donde cohabitan los principales empresarios del país con habitantes que conservan su origen campesino. Indicó que en la capital del país se determinan las grandes decisiones que repercutirán en el resto de la nación.

Aseguró estar consciente de la responsabilidad que implica la labor eclesial que desarrollará en la Ciudad. Resaltó que los problemas y conflictos que enfrenta la sociedad han crecido y la globalización los ha hecho más complejos, pero, dijo, existe la voluntad para superarlos.

Aseguró que es consiente de que lo que se haga o deje de hacer en la ciudad, repercute en el resto del país.

Al dar la bienvenida al nuevo arzobispo, el cardenal Norberto Rivera aseguró que entrega una arquidiócesis unida, que cuenta con robustez y recordó que durante su ministerio defendió a la familia, al matrimonio natural y el derecho de los no nacidos. “Te entrego una arquidiócesis viva y unida, con un pueblo de Dios maravilloso, lleno de fe, movido por la esperanza y participando en la caridad con los más desprotegidos”.

Luego se trasladaron a la Basílica de Guadalupe y ante representantes de la clase política, empresarial, el pleno de obispos del Episcopado Mexicano y de la feligresía, el nuncio apostólico Franco Coppola le entregó el báculo que lo acredita como arzobispo.

En su primera misa Aguiar Retes hizo un llamado a reconstruir el estilo de vida de la sociedad.

Propuso a los fieles favorecer la reconciliación de las diferencias y la integración de diversidades, a fin de afrontar los retos de la sociedad “en comunión y coordinación, descubriendo juntos la tarea que corresponde a cada sector.

“Les propongo a todos los fieles en general y a los hombres de buena voluntad asumir la indicación que nos dejó el papa Francisco en su visita a la Catedral: sean capaces de contribuir a la unidad de su pueblo, de favorecer la reconciliación de sus diferencias y la integración de sus diversidades; de promover la solución de sus problemas endógenos; de motivar a la entera nación a no contentarse con menos de cuanto se espera del modo mexicano de habitar el mundo”, refirió.

Una vez concluida la celebración eucarística, se llevó a cabo una comida en honor del nuevo arzobispo a la que asistieron más de mil invitados, entre ellos, el secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida.

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