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Washington.— Víctor Manuel Félix Félix, considerado el principal operador financiero del    Cártel de Sinaloa hasta su detención en 2011 y consuegro de Joaquín El Chapo Guzmán, se declaró culpable este viernes de lavado de dinero y narcotráfico ante una juez de Estados Unidos.

El Señor estuvo presente en la corte de San Diego, California, para aceptar su implicación y responsabilidad en dos de los 10 delitos por los que iba a ser procesado.

Extraditado en diciembre de 2017 a Estados Unidos, Félix Félix estaba acusado de cargos por narcotráfico, lavado de dinero y pertenencia a banda criminal. A su llegada a California se declaró no culpable de todos ellos. Con su declaración de este viernes evita el juicio.

Por el delito de lavado de dinero podría ser sentenciado hasta a 20 años de reclusión; por el de importación de cocaína podrían darle entre 10 años y cadena perpetua. Los dos corresponden a actos criminales realizados entre los años 2010 y 2011, justo antes de ser detenido. La jueza Marilyn Huff comunicó a Félix Félix que su condena “podría ser el equivalente a una cadena perpetua para una persona que ya tiene 60 años”.

Pese a ello, El Señor, quien durante la audiencia se valió de un traductor electrónico, reiteró su deseo de declararse culpable.

Guadalupe Valencia, abogado de El Señor, confirmó a EL UNIVERSAL que, tal y como había adelantado a este mismo diario, la aceptación de los cargos y el pacto con la fiscalía para no ir a juicio no implican ningún tipo de cooperación con el gobierno de Estados Unidos.

“Este convenio sólo obliga que él acepte su participación en dos delitos”, dijo el abogado en un correo electrónico. “En el acuerdo, el señor Félix Félix no tiene que colaborar. Ni nunca lo haría”, sentenció.

El representante legal desvinculó a su cliente de cualquier actividad de El Chapo. “El caso no está relacionado con el del señor Guzmán de ninguna manera”, aseguró.

La sentencia a Víctor Manuel Félix Félix se emitirá el 10 de diciembre de este año.

La juez le informó que una vez cumplida su sentencia en Estados Unidos, “es casi un hecho que será deportado a México”, en donde todavía tiene cargos criminales pendientes.

El Señor fue detenido en México en marzo de 2011, después de organizar dos envíos de cocaína desde Ecuador hasta México para un agente encubierto de la Administración para el Control de Drogas (DEA) de Estados Unidos.

La operación encubierta inició dos años antes, de acuerdo con los documentos de extradición de Félix Félix.

Un agente encubierto se habría ganado la confianza de la organización criminal de Félix Félix, al aceptar transportar dinero en efectivo de Estados Unidos y Canadá hacia México. Posteriormente, habría acordado movilizar grandes cantidades de cocaína de Ecuador a la Ciudad de México. El consuegro de Guzmán Loera habría pagado un total de 4.5 millones de dólares en efectivo al agente encubierto por ayudarlo.

Agentes de la DEA trabajaron en conjunto con autoridades en México y Ecuador para decomisar la droga en un operativo en el que cayeron tanto Félix Félix como otros 18 integrantes de su grupo criminal.

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