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Las instituciones policiacas en México han fracasado por la corrupción, abusos y sus vínculos con la delincuencia organizada y común, por lo que no hay un modelo definido en la materia, consideran expertos en seguridad y procuración de justicia.

Jorge Alberto Lara Rivera, académico de la Universidad Panamericana, explicó que la primera institución policial en nuestro país fue la Policía Judicial Federal (PJF), la cual nació a principios del siglo XX como auxiliar del Ministerio Público para la investigación de delitos.

“Venustiano Carranza hizo la división de funciones entre jueces penales y el Ministerio Público como encargado de la investigación, y necesitó de un operativo que a la postre fue lo que conocimos como Policía Judicial”, indicó.

Para el ex subprocurador Jurídico y de Asuntos Internacionales de la PGR la corporación no tuvo éxito, debido a la corrupción imperante en sus mandos y personal. Incluso, recordó, la expresión “judicial” en el país llegó a ser sinónimo de abuso de autoridad, arbitrariedad y de no apego a ley.

“Inducía miedo entre la ciudadanía; entonces, por eso se cambia después el adjetivo ‘judicial’ para adecuarlo a lo que en realidad era su tarea: el auxilio al Ministerio Público, por eso se creó luego la expresión Policía Ministerial”.

Lara Rivera expuso que la historia de la PJF terminó en 2001 en el sexenio de Vicente Fox, cuando se creó la Agencia Federal de Investigación (AFI), al mando de Genaro García Luna, quien después se convirtió en secretario de Seguridad Pública.

La AFI se formó bajo el esquema de operación de la PJF con miras a convertirse en un cuerpo de policía investigadora, pero terminó como un cuerpo de custodia.

“Muchos miembros de AFI igualmente incurrieron en prácticas de corrupción, abuso y en algunos casos de colusión con el crimen organizado, pero tampoco hay que olvidar que en el sexenio de Felipe Calderón se generó una tensión entre PGR y Policía Federal porque el entonces director de AFI, Genaro García Luna, le propone al presidente la creación de un cuerpo policiaco tipo FBI, pero fuera de la PGR.

“Se llevó al personal mejor capacitado, se quedaron los efectivos de la AFI; incluso, el plan original era desaparecer la AFI”, detalló.

Entre esa disputa interinstitucional, comentó el académico, la AFI pasó a ser Agencia de Investigación Ministerial (AIM) en 2009, y sobrevive poco tiempo.

“Ese es el nombre que adopta en 2009, y sobrevive y se le atribuyen facultades de custodia, no de investigación. Cuando llega el presidente Enrique Peña Nieto no sólo le restituyen facultades de investigación, sino que se crea esta entidad que ahora conocemos como Agencia de Investigación Criminal (AIC). Estos han sido los vaivenes del órgano investigador de la  PGR”, aseveró.

Martín Barrón Cruz, investigador del Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe), coincidió en que la corrupción y la infiltración del crimen organizado en los cuerpos policiacos, minó su capacidad de desarrollo; la falta de continuidad en las políticas ha impedido contar con un modelo policial eficiente, afirmó.

“Lo que ha fallado, a mi parecer, es la continuidad en los proyectos”, enfatizó el experto en criminología.

Faltó consolidar Policía Federal. La falta de continuidad en los proyectos impidió la consolidación de la Policía Federal, aseguró Barrón Cruz.

El experto en seguridad expuso que en el sexenio de Ernesto Zedillo Ponce de León se creó la Policía Federal Preventiva (PFP), con un estado de fuerza de entre 5 mil y 5 mil elementos, la cual fusionó a la Policía Federal de Caminos, Policía de Migración y se le integró personal proveniente de la Armada de México.

En ese momento, señaló, la corporación sólo tenía facultades de prevención del delito y no de investigación; se le recuerda por su ingreso a Ciudad Universitaria, para desactivar la huelga de 1999 en la Universidad Nacional Autónoma de México.

Después de 10 años, en 2009, se transformó en Policía Federal, con facultades de investigación de los delitos y se mantenía dependiente de la Secretaría de la Seguridad Pública.

“En el sexenio de Felipe Calderón, el ex secretario de Seguridad Pública Genero García Luna y su equipo aseguraron que generaron un nuevo modelo de policía, pero la realidad es que no fue así. De lo que habla García Luna en su libro es un modelo de administración, mas no policial”, consideró Barrón Cruz.

Lara comentó que en la reforma constitucional de 2008 se dio facultad de investigar a la Policía Federal; “es decir, se le promueve, se le da un ascenso con la única condición de que su actividad investigadora se sujete a los lineamientos legales que siempre tendrá el Ministerio Público.

“Con esa visión es que se crea la Policía Federal con Calderón. Esa Policía Federal con ese ADN acusatorio, digamos, en el sexenio de Enrique Peña Nieto se adscribe a Gobernación y naufraga un poco en estas funciones”, indicó.

Alejandro Hope, experto en seguridad, señaló que la Policía Federal necesita cambios y un relanzamiento, pero no está en proceso de descomposición como aseguró el presidente Andrés Manuel López Obrador.

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