Ciudad de México.- El consejero del Instituto Nacional Electoral (INE), Marco Antonio Baños Martínez, expresó su preocupación por la reforma electoral que se avecina, impulsada desde el partido en el gobierno pero sin consenso con la oposición, y al parecer impuesta “desde la aplastante mayoría que tiene Morena”.

Eso va en contra de las últimas 6 reformas electorales, dijo al exponer su rechazo a algunos de los planteamientos vertidos en el Foro sobre reforma del Estado y reforma electoral realizado en la Cámara de Diputados, y proponer a su vez, mecanismos que sí abaratarían las elecciones sin afectar al sistema democrático.

Estas acciones en aras de la austeridad, dijo Baños, son que el INE se haga cargo de la cédula de identidad, e incluir a los menores de edad, lo que evitará que se genere más burocracia pues algunos legisladores plantean crear un nuevo Instituto de Identidad que implicaría que el gobierno volviera, como en los años 80, a controlar el padrón electoral.

También se pueden “eliminar candados que hemos construido por la desconfianza electoral” o desarrollar el voto electrónico, mismo que ahorraría en impresión de papelería electoral, y en la capacitación de cientos de miles de ciudadanos que fungen como funcionarios de mesa de casilla, este proceso, conocido como integración de casillas, costó sólo en 2018 un total de 2 mil 800 millones de pesos, recordó.

La ventaja adicional sería eliminar para elecciones a nivel federal y local el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) y hasta los Conteos Rápidos, pues el conteo de votos sería veloz; además, el mismo sistema sería reusable para 4 o 5 procesos electorales.

Piden no volver a los años ochentas

El consejero Baños Martínez pidió a los diputados que promueven el regreso del padrón electoral a manos del gobierno o desparecer o reducir los legisladores de representación proporcional, expliquen por qué piden el regreso a la década de los años 80, con iniciativas que contradicen la lucha que la izquierda –e incluso algunos de ellos- dieron durante décadas.

Expuso las implicaciones, por ejemplo, de la eliminación de los Organismos Públicos Electorales Locales (OPL) y la eliminación de estructuras permanentes del INE (300 consejos distritales) para que se reactiven sólo cada 3 años, en año electoral, propuestas el martes por el diputado Pablo Gómez, de Morena. 

Se trata de falsos planteamientos de ahorro, pues si se eliminan estructuras locales “el INE tendría que crecer proporcionalmente al tamaño de los estados (es decir, con órganos distritales conforme a la geografía electoral local, más órganos municipales) para poder organizar las elecciones de las entidades federativas, y se tendrían que rehacer todos los procedimientos de la logística electoral”, dijo.

“Tendríamos estructuras de OPLs desparecidas, juntas locales del INE desaparecidas y sólo una institución nacional responsable de cientos de acciones necesarias para organizar la elección… el punto es cómo se va a poder atender el universo gigantesco de actividades electorales que significa la realización de elecciones en el país, esa parte no se sostiene”.

Respecto a la reducción de plurinominales, Baños Martínez indicó que eso “es un camino directo a la construcción de una amplia mayoría sin posibilidad de tener minorías en los órganos legislativos, y si quitamos la representación proporcional, básicamente quedarían los representantes de Morena en la Cámara de Diputados y Senadores para quedar representaciones marginales del resto de los partidos, sin posibilidad de incidencia”.

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