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El gobierno de México no interviene en la política interna de Venezuela y tampoco actúa conforme a dictados de Estados Unidos. Sólo busca que se respeten acuerdos internacionales en beneficio de la población, señaló el subsecretario para América Latina y El Caribe de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Luis Alfonso de Alba.

Actualmente, dijo en entrevista con EL UNIVERSAL, México revisa la relación bilateral con Venezuela y busca disminuirle el nivel, sin que el diálogo se pierda. Se trata, mencionó, de enviar una señal política de que México no está de acuerdo con el proceso electoral en Venezuela. Eso mismo expondrá hoy a la embajadora de Venezuela en México, María Lourdes Urbaneja.

¿Cuál es el nivel de la relación entre México y Venezuela?

—Hemos procedido a revisar la relación bilateral y a disminuir el nivel de la representación. La embajadora de México en Caracas ha sido llamada a consultas y vamos a revisar todos los acuerdos, sobre todo visitas pendientes para ir reduciendo paulatinamente la relación. Es una señal política que se suma a una serie de medidas que se van a tomar en lo que se refiere al sistema bancario y desde luego también a iniciativas nuevas que vamos a trabajar para los temas de migración y de salud para el tema humanitario. Es un conjunto de medidas las que se han tomado.

¿Cómo tomar acciones para reducir el nivel de relación, por ejemplo, del sistema bancario, sin afectar a la población venezolana?

—Nos estamos enfocando en actividades que son consideradas como ilícitas por no haber sido aprobadas por la Asamblea Nacional, de esta manera lo que estamos haciendo es fortalecer a una de las instituciones de ese país, que además, es una institución democráticamente electa y representativa de la población.

Las operaciones que estamos tratando de limitar son aquellas que afectan particularmente a algunos individuos acusados de lavado de dinero o de narcotráfico. Pero en general, la política del gobierno de México ha sido la de no afectar a la población y mucho menos agravar la situación de quienes ya se encuentran en situación muy precaria.

¿Se pierde el diálogo con Venezuela al reducir tanto el nivel de la relación?

—El diálogo estrictamente no se rompe, pero sí disminuye su intensidad y eso es el resultado de la actitud del propio gobierno venezolano. Nosotros aceptamos participar en un esfuerzo de negociación entre el gobierno y la oposición, dimos todo el beneficio de la duda a ese proyecto, incluso tuvimos en algún momento esperanza de que se llegara a un acuerdo.

Fue la actitud de las autoridades las que rompieron ese proceso, lo descarriló desde que convocó de manera unilateral y anticipada a unas elecciones sin garantías. Si bien se mantiene el diálogo, sí ha disminuido su intensidad porque resulta fundamental en cualquier intercambio que se cumpla lo prometido.

¿Hasta dónde interviene México en la política interna de un país como Venezuela?

—No es ninguna intromisión en política interna porque nosotros lo que hemos estado haciendo es exigirle el comportamiento que el propio gobierno acordó. Fue el que en primer lugar aceptó la Carta Interamericana Democrática, se comprometió igual que todos los integrantes de la Organización de los Estados Americanos (OEA) incluyendo a México, a respetar ciertos principios y nosotros sólo nos hemos limitado a exigir ese cumplimiento que además es congruente con todo el ordenamiento constitucional venezolano. Exigirle a un Estado consumar sus propios compromisos internacionales no puede considerarse intromisión.

Venezuela acusa a naciones que conforman el Grupo de Lima, entre ellos México, de responder a lo que dicta Estados Unidos, ¿cómo enfrentan ello?

—Yo creo que desde luego no se comparte esa acusación. Si se revisa la historia de los últimos meses del Grupo de Lima, es éste el que ha tomado liderazgo, encontrado compromisos, y a esa línea se han venido sumando países, desde luego Estados Unidos, la Unión Europea y otros en otras latitudes.

El liderazgo de los países latinoamericanos es lo que ha destacado en este proceso y los que asumimos los compromisos en materia democrática y tenemos un nivel de interlocución con Venezuela.

¿Considera que se pueda lograr algo en beneficio de la sociedad venezolana?

—Lo primero es intensificar acciones a favor de los venezolanos, tanto dentro de Venezuela, pero ahora también los que se han visto obligados a salir del país, y para ello tenemos previsto celebrar algunas reuniones. Facilitar los trámites migratorios, el problema de la falta de documentos de varios de ellos porque no hay pasaportes. Vamos a intensificar esfuerzos, incluso contribución económica para que los organismos internacionales que proveen medicamentos y asistencia humanitaria en general, puedan trabajar de manera intensa en la zona limítrofe de Venezuela y en la medida de lo posible, en suelo venezolano.

Evitar la politización. El gobierno venezolano ha puesto obstáculos al tema de alimentos y medicinas.

¿La embajadora de México en Venezuela se queda de manera permanente en territorio mexicano hasta nuevo aviso?

—No, es un llamado a consultas y seguramente su permanencia dependerá de la evolución de los acontecimientos en ese país, es llamado que no tiene fecha fija para su retorno.

¿Qué va a entregar a la embajadora de Venezuela en México?

—No he tenido el encuentro con ella, pero el sentido es transmitir la protesta de los miembros del Grupo de Lima con la manera como se celebró este proceso [electoral] que no contó con la legitimidad, porque no fue convocado por el órgano apropiado. No se puede considerar proceso legítimo y justo. Ese mensaje es el que vamos a transmitir a la embajadora. Seguramente en el día de mañana [hoy].

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